Colaboración de José Dávila
Hacia finales del siglo XIX en Guatemala se respiraban aires de cambio, pues muchos creían que el país necesitaba reformas de todo tipo para poder dar un gran salto en su desarrollo económico, político y social.
Hasta 1865, el presidente del país era José Rafael Carrera y Turcios, quien falleció el 14 de abril de ese año y había gobernado por 30 años. Esto originó un cambio obligatorio en la presidencia, el cual fue aprovechado por quienes buscaban las reformas para el país.

Tras la muerte de Carrera, el nuevo presidente fue Vicente Cerna, pero este no gozaba del mismo respeto y temor que su antecesor, por lo que un grupo político identificado con ideas liberales comenzó a planificar un plan para quedarse con el poder.
Así fue como el 30 de junio de 1871, luego de varios sucesos e intentos de derrocamiento del presidente de turno, Guatemala vivió su Revolución Liberal, que fue la toma del poder por parte de un grupo que dejaría atrás ciertas posiciones políticas conservadoras, más que todo económicas, que no permitían que el país desarrollara su máximo potencial.

Quienes lideraron el movimiento que dio vida a la Reforma Liberal fueron Miguel García Granados y el general Justo Rufino Barrios. Ambos llegarían a ser presidentes del país tras este cambio político.
La creación de nuevas leyes, el fomento al comercio, la construcción de obras públicas y la llegada del ferrocarril a Guatemala son muchos de los logros que laReforma Liberal trajo al país, tanto a corto como a mediano plazo.

Avenida Reforma
Como toda gesta política, la Revolución Liberal marcó un antes y un después en el país que los mandatarios buscaron dejar plasmado para las futuras generaciones. Fueron muchos los escritos y monumentos que se construyeron en su honor.
Uno de estos monumentos, el más grande de todos, fue el bulevar 30 de Junio, que se mandó a construir al sur de la ciudad, que en aquel entonces apenas y tenía edificaciones donde hoy se encuentra la zona 4.
Dicho bulevar estuvo inspirado en los Campos Elíseos de París y se construyó por mandato del entonces presidente, José María Reina Barrios. Además de ser una calle ancha y vistosa, en esta se ubicaron varios monumentos para resaltar el triunfo liberal de 1871.
Hoy este bulevar sigue con vida, pero recibe el nombre de avenida Reforma. Aunque han sido muchos los cambios desde hace más de 150 años, cuando se inauguró, su espíritu de exaltación continúa, pues muchos de los monumentos que allí encontramos lo reafirman.

Así también, hay otros monumentos y edificaciones que ya no están, por lo que vale la pena hacer un repaso por algunos de los más destacados que por razones como terremotos o remodelaciones ya no están.

