Un tribunal de Moscú multó ayer al gigante estadounidense Google con 360 millones de dólares por no retirar contenidos que denunciaban la ofensiva en Ucrania, según informó el organismo de control de las telecomunicaciones ruso, Roskomnadzor.
La agencia dijo que la plataforma de videos YouTube, propiedad de Google, no había bloqueado “la información falsa” sobre la ofensiva en Ucrania ni tampoco los contenidos que “propagan el extremismo y el terrorismo” o que “llaman a los menores a participar en manifestaciones no autorizadas”.
Se trata de una condena recurrente. De acuerdo con la ley, la empresa fue sancionada en función de “su facturación anual” en Rusia, señaló Roskomnadzor.
En los últimos años, las autoridades rusas han aumentado la presión sobre las principales compañías digitales occidentales, con multas y amenazas sistemáticas, con la esperanza de silenciar las críticas en Internet, uno de los espacios de libre expresión en Rusia.
Por su parte, los países europeos redoblaron sus esfuerzos para garantizar suministros alternativos de energía ante el creciente temor de un corte total del gas natural por parte de Rusia.
Mandatarios de Italia, Francia y la Unión Europea sellaron acuerdos con sus homólogos en Argelia, Azerbaiyán y los Emiratos Árabes Unidos.
Con el destino de su gobierno en el limbo, el primer ministro italiano, Mario Draghi, visitó Argel, capital de Argelia, buscando consolidar el rol del país norafricano como socio regional preeminente.
CAR