El mar no es solo uno de los sitios más visitados alrededor del mundo, también es uno de los más enigmáticos, pues a pesar del desarrollo de la ciencia y la tecnología no se conoce todo lo que hay en la profundidad, por lo que incluso hay leyendas, imaginando las criaturas que podrían habitar en el fondo marino. Al ser un lugar no explorado en su totalidad, aún sorprende con nuevas especies de fauna, como la recién descubierta en Australia, un tiburón gato “del diablo”.
Fue un equipo de especialistas de la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth de Australia (CSIRO) el que encontró dicho ejemplar de tiburón perteneciente a una especie hasta ahora desconocida, según informó la cadena Australian Broadcasting Company (ABC).
Desde hace 40 años se le seguía la pista a la especie, décadas después, en 2011 el investigador Brett A. Human publicó en la International Journal of Ichthyology una descripción de carcasas de huevos de un tiburón del grupo de las pintarrojas y tiburones gato (familia Scyliorhinidae) que calificó como únicas. Al estudiar los huevos, se llegó al pez que los pone.
Se le llamó tiburón gato demonio (Apristurus ovicorrugatu) debido a que posee unos ojos blancos muy brillantes, -algo nada común en los tiburones de aguas profundas-. Fue hallado a más de 700 metros de profundidad en las costas de Australia. El ejemplar puede ayudar a tener una mejor comprensión de cómo evolucionan los tiburones, indican los especialistas.
Pero aunque el hallazgo está recientemente documentado, ocurrió en 1992, los más de 30 años de diferencia entre la publicación del estudio, obedecen a que hubo un error en la clasificación de la hembra encontrada hace tres décadas, la cual medía casi medio metro de longitud y en su interior tenía un huevo como los descritos en los estudios.
Ahora, después de comprobar que la especie encontrada es la misma que pone los peculiares huevos, se publicó en la revista científica Journal of Fish Biology, el hallazgo de una nueva especie de tiburón gato fantasma: Apristurus ovicorrugatus, epíteto específico que significa, literalmente, “de huevo corrugado”.