Las bolsas de basura se acumulaban en París, donde 5 mil 400 toneladas de desechos seguían sin ser recogidas ayer por la huelga de los recolectores, que por séptimo día consecutivo, expresan su rechazo a la reforma de las pensiones, según la alcaldía.
Además de los recolectores, están paradas tres plantas de incineración a las puertas de la capital francesa, lo que explica que en algunos barrios, las bolsas ocupen toda la acera.
Los agentes de la municipalidad recolectan la basura en la mitad de la ciudad, mientras la otra es gestionada por prestatarios privados.
El sindicato CGT recuerda que actualmente los recolectores y conductores de basuras pueden jubilarse a los 57 años sin bonificaciones, edad que se retrasaría a los 59 años si se aprueba la reforma de las pensiones.
El proyecto, impulsado por el presidente Emmanuel Macron, busca retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelanta a 2027 la exigencia de cotizar 43 años (y no 42 como hasta ahora) para cobrar una pensión completa.
El polémico proyecto recibió un impulso con la adopción de la medida por parte del Senado francés a pesar de las huelgas laborales, las protestas callejeras y las toneladas de basura no recolectada que se acumulan diariamente.
La primera ministra francesa, Elisabeth Borne, tuiteó después de la votación de 195-112 que esperaba la aprobación definitiva del proyecto de ley para “asegurar el futuro de nuestro sistema de jubilación”.
La propuesta ahora debe avanzar por un complicado territorio político.
AFP y AP