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El gobierno de Perú decidió ayer retirar a su embajador en Honduras en respuesta a “la inaceptable injerencia” en asuntos internos de la presidenta de ese país, Xiomara Castro, cuando en su intervención en la CELAC desconoció al gobierno de Dina Boluarte.
Esta decisión es la última de una serie de roces diplomáticos con los mandatarios de países como Chile, Colombia y México, que han criticado la gestión de la crisis social y política que atraviesa Perú desde hace seis semanas, cuando Boluarte asumió la Presidencia, tras la destitución del izquierdista Pedro Castillo.
En 50 días del gobierno de Boluarte se ha producido una ola de protestas, varias de ellas violentas, sobre todo, en el sur andino del país, que han dejado por lo menos 56 muertos en enfrentamientos con las fuerzas del orden.
La nota precisó que, tras el retiro de Honduras del embajador Jorge Alejandro Raffo, las relaciones bilaterales se mantendrán a nivel de encargados de negocios.
En la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) celebrada esta semana en Buenos Aires, la Presidenta hondureña condenó el “golpe de Estado” en Perú y expresó su “solidaridad” con Castillo, destituido y encarcelado el 7 de diciembre, a quien consideró el mandatario “legítimo”.
Por otra parte, un grupo de legisladores presentó una moción de vacancia contra la actual mandataria.
El expresidente de Bolivia, Evo Morales, dijo que “los ataques de congresistas que justifican la represión sangrienta nos confirman que estamos en el lado correcto de la historia; no nos cansaremos de denunciar las graves violaciones de DDHH que sufren nuestros hermanos peruanos”.