La tormenta de nieve que afecta de costa a costa a Estados Unidos con bajas temperaturas ya dejó a un millón y medio de hogares y negocios sin electricidad, más de 4,500 vuelos cancelados y llevó a más de una docena de gobernadores a declarar planes de emergencia antes de la Navidad.
“Más de 240 millones de personas (más de 70% de la población) están afectadas por las alertas meteorológicas”, dijo el Servicio Nacional de Meteorología (NWS).
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La tormenta, que está previsto que se fortalezca aún más, está provocando fuertes nevadas y formaciones de hielo, creando condiciones de alta peligrosidad en las carreteras debido a la poca visibilidad y ha dejado a conductores varados con temperaturas extremadamente gélidas.
Los viajes también se vieron afectados, con cientos de kilómetros de carreteras cortadas y cada vez más cancelaciones de vuelos.
Los aeropuertos más afectados eran los de Seattle (noroeste), Nueva York, Chicago (norte) y Detroit, además de los 4,500 vuelos cancelados había 5,900 postergados, según el sitio Flight Aware.
De acuerdo a la Asociación Automovilística Estadounidense, unas 112 millones de personas tenían previsto conducir al menos 80 kilómetros entre el 23 de diciembre y el 2 de enero.
En Oklahoma, al menos dos personas fallecieron en la ruta, según la agencia encargada del manejo de emergencias en este estado.
En El Paso, Texas, migrantes desesperados que cruzaron desde México procuraban calentarse en iglesias, escuelas y un centro cívico, dijo Rosa Falcón, maestra y voluntaria.
En Chicago, Burke Patten, de la ONG Night Ministry, relató los esfuerzos de sus integrantes para brindar “abrigos, gorros, guantes, ropa interior térmica, mantas, sacos de dormir y guantes para manos y pies para personas sin hogar”.