El presidente izquierdista venezolano Nicolás Maduro fue reelegido para un tercer mandato consecutivo de seis años, en medio de denuncias de fraude por parte de la oposición, que reivindicó la victoria de su candidato, Edmundo González Urrutia.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), de línea oficialista, proclamó al mandatario para un tercer mandato consecutivo de seis años con 5,15 millones de votos (51,2%), tras el escrutinio de 80% de los votos. González Urrutia recibió 4,45 millones de votos (44,2%), según este primer boletín.
El anuncio de su reelección fue cuestionado enseguida por Estados Unidos, Chile, Perú, Costa Rica, Guatemala, Argentina, España, Uruguay y la Unión Europea, que pidió «total transparencia» en el recuento de votos. Mientras que Cuba, Nicaragua, Honduras y Bolivia lo felicitaron.
En el poder desde 2013, Maduro se proyecta para permanecer 18 años en la presidencia, hasta 2031. Solo el dictador Juan Vicente Gómez habrá gobernado más que él, con 27 años (1908-1935).
«Va a haber paz estabilidad y justicia. Paz y respeto a la ley», dijo Maduro en sus primeras declaraciones tras el anuncio del resultado, ante centenares de seguidores en el palacio Presidencial de Miraflores.
Maduro había planteado esta elección como una encrucijada entre «paz o guerra» y advirtió que un triunfo de la oposición podía llevar a un «baño de sangre», lo cual le valió críticas de los presidentes de Brasil, Luis Lula Da Silva, y de Chile, Gabriel Boric, entre otros.
La oposición venezolana denunció fraude en la votación y se autoproclamó victoriosa con el 70% de los votos, contra 30% para Maduro.
«Se han violado todas las normas», dijo González, representante de la carismática y popular líder opositora María Corina Machado, impedida de postularse debido a una inhabilitación política.
Machado de hecho lo proclamó. «Venezuela tiene un nuevo presidente electo y es Edmundo González Urrutia», dijo entre aplausos en una rueda de prensa.
«Esto no es un fraude más, esto es desconocer y violar groseramente la voluntad popular», sostuvo Machado.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, expresó «seria preocupación» por la proclamación de Maduro y exigió un reconteo de los votos.
Costa Rica tachó de «fraudulenta» la elección, el presidente de Chile dijo que los resultados eran «difíciles de creer», y Perú llamó a consultas a su embajador en Caracas.
El mandatario argentino, Javier Milei, reivindicó por su parte la «victoria aplastante» de González Urrutia. «Argentina no va a reconocer otro fraude, y espera que las Fuerzas Armadas esta vez defiendan la democracia y la voluntad popular».
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, dijo por su lado que habló con Maduro para felicitarlo por su «histórico triunfo».