La temperatura, la duración del día y la humedad están relacionadas con una mayor propagación de una enfermedad diarreica, según revela un nuevo estudio de la Universidad de Surrey (Reino Unido).
El trabajo se publica en la revista ‘PLOS Computational Biology’. Durante este estudio único, los expertos dirigidos por el doctor Giovanni Lo Iacono investigaron el impacto del clima en la transmisión de la campilobacteriosis, una infección bacteriana que puede causar diarrea y dolores de estómago.
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Según la Organización Mundial de la Salud, las infecciones por Campylobacter son las causas más comunes de gastroenteritis bacteriana humana en el mundo. Las infecciones son generalmente leves, pero pueden ser fatales en niños muy pequeños, ancianos y personas inmunodeprimidas.
¿Cómo determinaron que el cambio climático tiene que ver con las infecciones?
Para determinar si el clima afecta la incidencia de campilobacteriosis, los investigadores analizaron datos de aproximadamente un millón de casos de campilobacteriosis en Inglaterra y Gales durante un período de 20 años. El equipo desarrolló un modelo matemático innovador que les permitió comparar estos datos proporcionados por la Oficina Meteorológica con los parámetros meteorológicos de la época.
El análisis de estos datos mostró que la incidencia de campilobacteriosis fue constante por debajo de temperaturas de ocho grados Celsius. Sin embargo, se observó un fuerte aumento de la infección(aproximadamente un caso por millón) por cada aumento de cinco grados en la temperatura, donde las temperaturas oscilaban entre ocho y 15 grados centígrados. El equipo identificó un vínculo con la humedad y también observó altos incidentes de infección cuando los niveles de vapor de agua en el aire estaban entre el 75 y el 80 por ciento.
La variabilidad en el clima tiene que ver con las enfermedades diarréicas
Curiosamente, los investigadores observaron fuertes asociaciones entre la duración del día (más de 10 horas) y un aumento de los casos de la enfermedad. Esta asociación se fortaleció aún más cuando la humedad también era alta. Las precipitaciones y la velocidad del viento no estuvieron fuertemente relacionadas con la propagación de la campilobacteriosis.
De esta forma, se concluye que el aumento de las temperaturas, la humedad y el aumento de la duración del día están asociados con la propagación de la campilobacteriosis. Si bien se desconoce el motivo, el estudio apunta posibles razones, como que el clima cálido aumente la supervivencia y la propagación de bacterias patógenas (por lo que el clima causa la enfermedad) o, alternativamente, podría ser el comportamiento de las personas y la forma en que socializan durante esos períodos. Lo que sí confirma el trabajo es que esta información es relevante para identificar áreas vulnerables a posibles brotes y garantizar que tengan los recursos disponibles para tratar a las personas afectadas y frenar la propagación de enfermedades a otras áreas.
Con información de Europa Press