Tres nuevas leyes que pretenden endurecer las medidas en contra de las personas que cruzan la frontera con Estados Unidos en Texas, fueron firmadas por el gobernador Greg Abbott en la ciudad de Brownsville.
Una de las partes principales de este paquete de leyes faculta a la Policía de Texas y a los jueces estatales para detener, encarcelar e incluso iniciar el proceso de expulsión del territorio norteamericano a las personas que se encuentren en situación irregular.
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La nueva legislación cataloga a la inmigración ilegal como un delito estatal, dándole plenos poderes a las autoridades texanas para poder detener a cualquier persona, bajo sospecha, y a procesarla judicialmente. La aplicación de estas leyes iniciaría en marzo próximo.
Además, propone una pena de hasta 20 años de prisión para aquellas personas que, luego de haber sido detenidas y procesadas, intenten nuevamente ingresar de forma ilegal a territorio texano.
El gobierno de Texas también autorizó un presupuesto de mil 500 millones de dólares para seguir con la construcción de un muro fronterizo con el que se busca frenar el flujo migratorio en esta zona.
“Las consecuencias de cruzar ilegalmente serán tan graves que las personas que están siendo traficadas por los cárteles no querrán venir hacia el estado de Texas”, declaró Abbott.
Retienen a miles de migrantes en Eagle Pass
Horas después de la promulgación de las leyes estatales por el gobernador Greg Abbott, medios locales reportaron que por lo menos 4 mil 500 migrantes están siendo procesados en la localidad fronteriza de Eagle Pass.
Los miles de migrantes detenidos habrían pasado por distintos puntos, cercanos a la localidad texana, a lo largo de este día, señalaron oficiales de la Patrulla Fronteriza que ayudan con la contención de las personas.
Este es apenas otro episodio de la crisis migrante en Texas, donde horas antes el gobierno federal decretó el cierre de los pasos fronterizos en Eagle Pass y El Paso a trenes procedentes de México, debido a la cantidad de personas intentando cruzar la frontera a bordo de ellos.
Desde agosto del año pasado, Texas ha enviado en autobús a más de 65 mil migrantes a otras ciudades del país, y más recientemente instaló alambre de púas a lo largo de las márgenes del río Bravo, el cual ha provocado que algunos solicitantes de asilo se lesionen.
