La tasa de homicidios de adolescentes mayores en Estados Unidos subió a su punto más alto en casi 25 años durante la pandemia del COVID-19 y la tasa de suicidio de adultos en el inicio de la veintena fue la más elevada en más de 50 años, informaron ayer investigadores del gobierno.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EU (CDC) analizaron las cifras de homicidio y suicidio en personas entre 10 y 24 años entre 2001 y 2021.
El suicidio y el homicidio fueron la segunda y tercera causa principal de muerte para este grupo de edad, respectivamente, y ambos causaron aproximadamente 11 muertes por cada 100 mil personas.
El alza es alarmante y “refleja una crisis de salud mental entre jóvenes y la necesidad de una serie de cambios de políticas”, dijo el doctor Steven Woolf, investigador de la Universidad Virginia Commonwealth, que estudia las tendencias de muertes en EU y no participó en el reporte de los CDC.
Los expertos citaron varios posibles motivos de los incrementos, incluidas tasas más altas de depresión, disponibilidad limitada de servicios de salud y el número de armas en viviendas en el país.
Se utilizaron pistolas en 54% de los suicidios y 93% de los homicidios en esa franja de edad en 2021, el año más reciente del que había estadísticas.
“Imaginen una adolescente sentada en su habitación sintiéndose desesperada y tomando una decisión, de forma impulsiva, de quitarse la vida”, dijo Woolf. Si tiene acceso a un arma, señaló, “se acabó el juego”.
Otros expertos agruparon los datos por método del deceso y concluido que las armas son ahora la principal causa de muerte de menores en el país.
Este año, Woolf y otros investigadores que analizaron los datos de los CDC identificaron un aumento drástico en la tasa de muerte de niños y adolescentes al inicio de la pandemia de coronavirus.
Las tasas de suicidio en niños y adolescentes ya estaban subiendo antes del COVID, pero se dispararon al comienzo de la pandemia. Aunque podría resultar difícil explicar los motivos, el aislamiento podría ser un factor, explicó el doctor Madhukar Trivedi, psiquiatra del Centro Médico Suroeste de la Universidad de Texas.
“Hay una idea errónea de que si les hablas a los jóvenes de la depresión, se deprimirán. La política de no hablar y no preguntar sobre la depresión no es eficaz”, explicó Trivedi. “Cuanto antes podamos identificar a los que necesitan ayuda, más opciones tendremos de salvar vidas”.
MAAZ