El lunes por la mañana, casi 1 mil 800 bomberos estaban desplegados para combatir las llamas en todo el territorio; según datos de Protección Civil.
El foco más importante se sitúa en la región de Villa Real, en el extremo norte, y avanzaba hacia el interior de una zona montañosa y de difícil acceso.
El estado de alerta, decretado por el gobierno el domingo; limita el acceso a los bosques y prohíbe el uso de máquinas y de fuegos artificiales.
Portugal, víctima del fuerte cambio climático
También refuerza el nivel de movilización de los efectivos de emergencia. Para el lunes y el martes, el instituto meteorológico portugués (IPMA) prevé temperaturas cercanas a los 40 ºC en las regiones interiores del país.
Portugal, que enfrenta este año un nivel de sequía excepcional; tuvo el mes de julio más cálido desde hace casi un siglo.
Desde principios de año, casi 94 mil hectáreas fueron devoradas por las llamas; la mayor superficie desde los letales incendios de 2017 que causaron un centenar de víctimas; según el último balance del Instituto para la Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF).
El fuego en el parque natural de la Serra da Estrela, región montañosa en el centro de Portugal clasificada por la Unesco; consumió más de 25 mil hectáreas de vegetación en estas últimas semanas antes de que lo controlaran el miércoles.
Según los científicos, el cambio climático aumenta la probabilidad de canículas y sequías, lo que conlleva más riesgo de incendios.