Nuestros ojos resultan dos partes esenciales para la belleza del rostro, al punto tal de contar con la más amplia gama de maquillajes para esta región de la cara.
Sin embargo, la hermosura podrá quedar obsoleta ante la presencia de ojeras en los párpados inferiores. Ante esto, te diremos cuáles son las razones más comunes pero pocos conocidas (además del cansancio), que generarán este tipo de marcas.
De acuerdo a especialistas, las ojeras no sólo marcan nuestro rostro después de una mala noche. De hecho, existen varios tipos de ojeras, cada una ligada a motivos diversos.
Si bien se pueden cubrir con maquillaje, lo mejor es atenderlas desde la raíz entendiendo desde dónde provienen. Aunque lo cierto también es que en algunos casos las ojeras no podrán prevenirse.
Las ojeras son definidas como una hipercromía idiopática del anillo orbitario, es decir, coloraciones grisáceas, moradas o azules situadas bajo los ojos.
La piel que cubre los ojos es más fina que el resto, por lo que reacciona rápidamente a cualquier estímulo. Además, la delgadez de la piel permite que los vasos sanguíneos se noten. En este contexto, te contaremos cuáles son las principales razones a partir de las cuales se forman las ojeras e inciden en la belleza natural.
En primer lugar, el avance paulatino de la edad puede comenzar a causar el surgimiento de estas marcas en los ojos. Son fácilmente reconocibles porque lucen hundidas y se extienden hacia los lados. Habitualmente vienen acompañadas de arrugas al final del ojo, mejor conocidas como patas de gallo. Según expertos, se producen porque se pierde tejido graso y la piel se adelgaza más.
Mientras que la alergia también atentará contra la belleza de nuestros ojos. Los glóbulos blancos liberan histamina durante las reacciones alérgicas. La histamina es una sustancia que juega un papel clave en el sistema inmunitario y la segregación de ésta desencadena distintos efectos, como picazón, vómitos, dificultad para respirar y erupción cutánea de los vasos sanguíneos, generando ojeras.
