En varias ocasiones, un hombre de 50 años de edad acudió a restaurantes de buen nivel y con altos costos para degustar los platillos y bebidas de los lugares, todo parecía ir con normalidad hasta que el hombre terminaba de comer y debía pagar el consumo, entonces fingía un ataque que lo llevó a evitar tanto a saldar su deuda como a no pisar la cárcel, hasta hace algunos días.
El hombre fue identificado solo por su mote: “Gastrojeta”, quien finalmente fue capturado por la policía cuando dio uno de sus golpes al fingir ser una turista ruso adinerado para entrar en los restaurantes de España y ordenar los platillos suculentos que solía acompañar con varios whiskys.
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¿Qué ataque fingía “Gastrojeta” para comer gratis en los restaurantes?
Cuando el hombre de 50 años terminaba de degustar sus alimentos, comenzaba con su modus operandi que iniciaba generalmente al llevar una de sus manos a su pecho para advertir que se sentía mal. Una vez que tenía la atención se tiraba al suelo para fingir que estaba sufriendo un ataque al corazón.
Al ver que el cliente turista estaba en “peligro”, los dueños de los establecimiento de comida se compadecían de la situación del comensal para que se saliera con la suya y no tuviera que pagar la cuenta debido a su complicado estado de salud, ya que seguro tendría que pagar un alto costo por su atención en algún hospital.
Sin embargo, en varias de las ocasiones que hizo “su show”, el hombre no logró su cometido, lo que lo llevó a ser arrestado en al menos 20 veces, la última de ellas había sucedido en Alicante, España en noviembre de 2022. Pero la tarde del pasado 19 de septiembre, “Gatroteja” tuvo un nuevo error al intentar comer gratis al tratar de ahorrarse 34.85 euros.
¿Cuál fue el último fraude de “Gastrojeta”?
“Gastrojeta” ordenó una paella de mariscos y dos bebidas de cóctel, pero al terminar de consumirlos, no pudo concretar su actuación por lo que fue arrestado. El hombre quedó bajo arresto por haber cometido el delito de estafa además de ser un reincidente de la misma práctica fuera de la ley.
Y aunque “Gastrojeta” es de origen lituano, se desconoce si en verdad no habla español, ya que así lo asegura. Al leerle el motivo de su detención, un intérprete ayudó al detenido quien en respuesta solo dijo que no recordaba nada de la última vez que hizo la estafa; sin embargo, cuando lo cuestionaron sobre los delitos anteriores, sonrió y aceptó que cometió los fraudes.