En su nuevo reporte semanal, la agencia dijo que la cifra global de muertes se había mantenido relativamente similar a la semana anterior, unas ocho mil 500. Las muertes asociadas al COVID-19 aumentaron en tres regiones: Oriente Medio, el sureste de Asia y América.
El mayor crecimiento semanal en los contagios se registró en Oriente Medio, donde se disparó en 47%. Los contagios subieron en torno a 32% en Europa y el sureste de Asia, y 14% en América, según la OMS.
Los casos iban en aumento en 110 países, impulsados principalmente por las variantes BA.4 y BA.5 de Ómicron.
La capacidad de seguir la evolución genética del COVID-19 está amenazada, ya que los países han relajado los controles y los esfuerzos de secuenciación genética. Eso podría hacer más difícil identificar nuevas variantes posiblemente peligrosas.
EXIGEN MEJORES VACUNAS
La FDA, agencia de medicamentos y alimentos de EU, comunicó a los laboratorios que las inmunizaciones de refuerzo contra el coronavirus deberían incluir elementos dirigidos a las subvariantes BA.4 y BA.5 del Ómicron.
Un comité de expertos invitados por la FDA para dar una opinión se pronunció a favor de los refuerzos diseñados contra la variante Ómicron, y la mayoría de los científicos consideraron que las cepas más recientes deberían ser el objetivo para evitar que se produzcan vacunas obsoletas por la rápida evolución del virus.
Las BA.4 y BA.5, que se transmiten más rápido y evaden más fácilmente el sistema inmunitario humano, representan ahora más de 52% de los casos en EU. Estas vacunas también tendrán que apuntar a la cepa inicial para ampliar la respuesta inmune.
AP y AFP