El pasado 6 de febrero de 2023 un terremoto magnitud 7.8 sacudió Turquía y Siria, dejando devastación y muerte, pero también revelando corrupción en el sector inmobiliario, que no cumplió con las normas internacionales de construcción pensadas para estos desastres naturales.
Por ello se han girado más de 100 órdenes de aprehensión contra personas involucradas en las construcciones, pues los derrumbes han dejado hasta el momento 29,605 muertos solo en ese país, así como miles de heridos y personas sin hogar.
Por ello los habitantes del país no solo se enfrentan al dolor de la catástrofe, también a la ira de saber que muchas de las muertes pudieron haberse evitado si se hubieran cumplido las normas establecidas. Aunado a ello está el enojo por la lentitud de los rescates, según han dicho algunos ciudadanos.
Ante esta situación, el vicepresidente de Turquía, Fuat Oktay, indicó el sábado por la noche que se habían emitido órdenes de detención contra 131 personas sospechosas de ser responsables de los colapsos de edificios.
Hasta este domingo 12 de febrero, seis días después del terremoto, 10 personas ya estaban detenidas, entre ellas dos promotores inmobiliarios que intentaron huir a Georgia, mientras 114 estaban prófugas, anunció el ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag, en declaraciones recogidas por AFP.
Justo este día se produjo una detención que ha dado la vuelta al mundo, la de un contratista del complejo residencial Renaissance Residence de la ciudad turca de Antakya, ocurrida en el aeropuerto de Estambul, cuando intentaba huir. Dicho conjunto contaba con ocho pisos, 250 departamentos, una alberca, todo quedó destruido.
Mehmet Yasar Coskun, el contratista detenido, fue trasladado a la comisaría, en sus declaraciones rechazó las acusaciones en su contra y la de sus socios. Se reporta que su hermano, el ingeniero civil Huseyin Yalcin Coskun, está en Montenegro, país donde está la sede de la empresa de construcción Antis Yapi, propiedad de los hermanos Coskun.
Otro caso emblemático
En Adiyaman, el hotel Isaías colapsó, causando la muerte de 35 miembros de la delegación de voleibol juvenil de Chipre del Norte. Varios testigos afirmaron a la cadena de televisión NTV que el hotel había sido cerrado debido a “irregularidades” en la construcción, pero que volvió a abrir.
Un testigo contó que vio las paredes romperse como si fueran hojas de papel, informó AFP, que también recogió el testimonio de un familiar de una de las víctimas, que dijo que quiere que esa gente sea juzgada, pues son asesinos.
Corrupción
En 1999 otro terremoto azotó Turquía, dejando 17,000 muertos, desde allí se establecieron normas para las futuras construcciones, con miras a evitar otra tragedia de esas dimensiones. Que la actual sea mayor, obedece a que los constructores y emprendedores corruptos lograron arreglárselas, pese a las reiteradas alertas de ingenieros y arquitectos reconocidos.
Turquía adoptó una serie de normas y de regulaciones copiadas de las que existen en California, referentes a la construcción, las cuales son revisadas periódicamente, la última vez que se hizo fue en 2018. AFP entrevistó a arquitectos e ingenieros, quienes dijeron que la mayoría de ellas son ignoradas por los constructores.
Cálculo de los daños
Bloomberg dio a conocer que la Confederación de Empresas y Negocios de Turquía (Turkonfed) calcula que la economía turca podría enfrentar una pérdida de 84,000 millones de dólares, o alrededor del 10 % del PIB del país, debido a los terremotos. Esta cifra se desglosa así: 70,800 millones de dólares en edificios residenciales, 10,400 millones de dólares en ingresos nacionales. Pero también se informó que el desastre le podría costar al país 2,900 millones de dólares por la pérdida de fuerza laboral.
Siria
En el caso de Siria, donde se contabilizan 3,574 personas muertas por los terremotos, es diferente, pues los edificios están dañados por más de 11 años de guerra en la que los bombardeos son cosntantes. En el país asiático, la ayuda no llegó como a Turquía, incluso los Cascos Blancos anunciaron que suspendieron la búsqueda de sobrevivientes. En ese mismo tenor, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lamentó la demora en la entrega de ayuda humanitaria en el Norte de Siria, región que quedó devastada por los sismos. Se teme que la cifra de muertos en ambos países se duplique.
DMGS