Fuentes cercanas dieron a conocer que el actor mexicano padecía demencia vascular y que por eso desde hace tiempo se alejó de los medios.
Polo Polo se volvió tendencia este lunes al darse a conocer su muerte, a los 78 años de edad. El comediante de León, Guanajuato, se retiró de los escenarios por una cuestión de salud.
Paul García, hijo del actor, confirmó al programa Ventaneando que el comediante falleció la madrugada de este 23 de enero en su casa, rodeado por su familia.
En dicha emisión, Pati Chapoy recordó que él fue empresario zapatero, en cuyos inicios estaba encargado de la fábrica de calzado que su familia poseía en la colonia Peralvillo de la Ciudad de México.
“Fue muerte natural, finalmente falleció a las 5:15 de la mañana, fue cuando dejó de respirar. Su último día estuvo arropado de su familia, quienes cumplieron lo que siempre quiso, el de nunca entrar a una institución o morir en un hospital, lo cuidamos nosotros, en especial mi hermana”, dijo su hijo.
Durante la emisión del programa, aclaró que la enfermedad que tenía su padre era demencia vascular. Esta es causada por diversas afecciones, como un accidente cerebrovascular, que interrumpen el flujo sanguíneo al cerebro. Esto origina problemas con la memoria, el pensamiento y la conducta.
“Tenía pequeños episodios de derrame, pero murió en casa”, acotó.
El adiós del actor
En 2016, Polo Polo anunció que emprendería una gira de adiós a los escenarios. “Amigos, no me fallen en mi gira del adiós”, dijo a sus seguidores a través de un video en redes sociales sin dar más detalles sobre decisión.
En ese entonces se dijo que tenía problemas con la memoria; además le realizaron una operación del corazón en 2015. Su retiro fue obligado porque continuamente estaba desorientado y olvidaba cosas muy simples.
Sus rutinas se caracterizaban por referencias sexuales, doble sentido, albures y lenguaje explícito popular, relatadas como una supuesta anécdota personal.
Utilizaba todo tipo de lenguaje atrevido y provocativo, lo que le valió la censura en varios chistes.
