Millones de personas en Estados Unidos se refugiaron durante la noche en medio de un frío gélido causado por una tormenta invernal que ha provocado por lo menos 34 muertes, dejó a muchos encerrados en sus casas rodeadas de nieve y sin electricidad a miles de viviendas y negocios.
La magnitud de la tormenta casi no tiene precedente: abarca desde los Grandes Lagos cerca de Canadá hasta la frontera con México. Aproximadamente 60% de la población nacional estaba bajo algún tipo de advertencia climatológica y las temperaturas estaban muy por debajo de lo normal desde las Montañas Rocosas hasta los Apalaches, indicó el Servicio Meteorológico Nacional.
Comparta este artículo
Unos mil 346 vuelos nacionales e internacionales fueron cancelados, dijo FlightAware.
Los expertos señalaron que se había producido una ciclogénesis explosiva, en la que la presión atmosférica cae muy rápido en una tormenta fuerte, cerca de los Grandes Lagos, donde provocó ventiscas con nieve y vendavales.
La tormenta desató toda su furia en Buffalo, donde vientos con fuerza de huracán y una intensa nevada paralizaron los servicios de emergencia. La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, dijo que casi todos los camiones de bomberos de la ciudad estaban varados por la nieve.
El Servicio Meteorológico Nacional dijo que la nieve acumulada en el Aeropuerto Buffalo-Niagara ascendió a 109 centímetros.
Dos personas murieron en sus viviendas en Cheektowaga, Nueva York, debido a que personal médico no logró llegar a tiempo para tratar sus condiciones de salud, y otra persona falleció en Buffalo. Se confirmaron otras 4 muertes, con lo que total en el condado Erie llega a siete.
Las fuertes nevadas, el frío y los cortes de energía del día anterior hicieron que algunos residentes de Buffalo decidieran salir de sus hogares rumbo a cualquier lugar que tuviera calefacción. Pero con las calles de la ciudad cubiertas por una gruesa capa blanca, no era una opción.