Recientemente, se avistaron nubes estratosféricas polares en el círculo polar ártico y sus cercanías, capturando la atención de observadores y entusiastas que compartieron imágenes desde Noruega, Suecia, Finlandia, Alaska e incluso Escocia.
Este fenómeno, también conocido como nubes nacaradas, decoró los cielos del norte de Europa en la víspera de Navidad y persistió por varios días. Se forman en la estratosfera inferior, entre 15 y 25 kilómetros sobre la superficie terrestre, como resultado de una inusual ola de frío en la atmósfera superior del círculo polar ártico.
Cuando los rayos solares atraviesan estos cristales, se produce un efecto colorido por la refracción o dispersión de la luz, generando diferentes tonalidades según la composición de los cristales.
Nubes arcoíris adornan el Ártico
La mezcla con ácido nítrico produce tonos más tenues, mientras que los cristales de hielo puro dan lugar a colores más intensos. Este resplandor iridiscente ha llevado a llamarlas nubes nacaradas, debido a su similitud con el nácar presente en el caparazón de algunos moluscos.
Normalmente, las temperaturas estratosféricas en el Ártico no descienden lo suficiente para propiciar la formación de estas nubes ‘arcoíris’, por lo que su observación es más común durante los meses de invierno. Sin embargo; debido a fenómenos como El Niño y eventos relacionados con el cambio climático, los expertos sugieren que podrían volverse más frecuentes en los próximos meses.