El fatal incendio que ha cobrado la vida de 128 personas ha vestido de luto a todo Hong Kong. Luego de que el fuego se propagara de manera irreversible a lo largo de los andamios de bambú, los ocho edificios que formaban parte del complejo residencial Wang Fuk Court, fueran consumidos por las llamas desde las 14: 51 horas, lo que ocasionó un incendio de nivel cinco, el más grande en la categoría local.
Lo que inicialmente comenzó como un incidente que dejó decenas de muertos ahora se ha vuelto en una catástrofe de gran escala, luego de que las autoridades chinas confirmaran que las cifras superaron el centenar de muertos, con 72 lesionados y más de 300 desaparecidos, varios de ellos residentes de los departamentos más altos.

Las familias que lograron evacuar sus hogares en llamas fueron trasladados y refugiadosen centros comunitarios, donde se les ofreció atención médica y psicológica, mientras se encontraban a la espera del resto de sus familiares.
Detenidos están ligados a un caso de corrupción inmobiliario
Ahora, medios locales revelaron que ocho personas fueron detenidas por ser ligadas al caso de presunta corrupción en torno a las obras de restauración del complejo, mientras se llevaba a cabo las labores durante el pasado viernes, 27 de noviembre. Entre los detenidos, hay 2 responsables de la oficina a cargo de la renovación de los inmuebles, tres subcontratados responsables del andamiaje y un intermediario.
Testigos aseguran que varios de los residentes contactaron a la policía cerca de la tarde del miércoles para pedir auxilio al estar atrapados dentro de sus departamentos en los pisos superiores de los 8 edificios, que estaban conformados por 32 plantas.
Hallan 108 cuerpos en edificios carbonizados
Chris Tang Pink-keung, secretario de Seguridad de la región, confirmó el hallazgo de 108 cuerpos en la zona del incendio, sin embargo, se prevé que con el paso de las horas las cifras aumenten, dada la magnitud del siniestro en los complejos residenciales, donde vivían cerca de 4 mil personas.

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Pese a que las versiones iniciales culpaban al bambú por la rápida propagación del fuego, Tang aseguró que la causa fue el uso de planchas de poliestireno altamente inflamables, que fueron colocadas en las ventanas y provocaron que los cristales estallaran, lo que dio paso a las llamas para esparcirse por dentro de los edificios.






