Tras el sismo de 7.6 que cimbró la costa occidental del centro de Japón, el número de muertos subió a 48 muertos. La ciudad de Wajima, misma que está situada muy cerca del epicentro, es una de las ciudades más castigadas por este sismo registrado en la madrugada del 1 de enero, hasta ahora se contabiliza el derrumbe de 25 edificios, en su mayoría casas particulares.
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Las labores de rescate continúan ante la posibilidad de encontrar gente atrapada bajo los restos de 14 de estos edificios, según los datos del cuerpo de Bomberos de la ciudad. Entre los fallecidos se encuentran 19 víctimas en la ciudad de Wajima, 20 en Suzu, 5 en Nanao, 2 en Anamizu, 1 en Hakui y 1 en Shiga, todas ellas en la prefectura de Ishikawa, que ha sufrido importantes daños estructurales e incendios.
Los rescates se complican por el difícil acceso
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, en rueda de prensa señaló que él mismo estará al mando de la gestión del desastre; “Seré el director general, movilizaré a las Fuerzas de Autodefensa, a la Guardia Costera de Japón, a los bomberos y a la policía”. El político también aseguró que está siendo extremadamente difícil que los vehículos puedan acceder a las áreas en el norte de la península de Noto y que el Gobierno ha enviado ya suministros por barco.
Según las últimas cifras al mediodía del martes 2 de enero, unas 32 mil personas han sido evacuadas en las prefecturas de Ishikawa, Toyama y otras áreas cercanas, mientras que los servicios de transporte aéreo y trenes locales siguen suspendidos, así como el número de hogares sin luz, principalmente en Ishikawa, se fija hasta el momento decenas de miles.
Alrededor de mil efectivos de las Fuerzas de Autodefensa japonesas participan en las operaciones de rescate y a las 9.30 hora local de Japón, más de 46.000 personas permanecen evacuadas en las prefecturas de Ishikawa y Toyama.
Con información de EFE