Autoridades estadounidenses y mexicanas acordaron nuevas políticas migratorias diseñadas para detener los cruces ilegales de frontera y abrir otras vías para el esperado incremento de migrantes que intentan hacer el viaje tras el final de las restricciones de la pandemia la próxima semana.
La asesora de Seguridad Nacional Liz Sherwood-Randall se reunió con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y otros funcionarios de alto rango, hasta concretar un plan de cinco puntos, según comunicados de los dos países.
Bajo el acuerdo, México seguirá aceptando a migrantes de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua que sean rechazados en la frontera y hasta 100 mil personas de Honduras, Guatemala y El Salvador que tengan familia en Estados Unidos podrán optar por vivir y trabajar en ese país.