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Una mujer, identificada como Michelle Felton, de 28 años, acosó a su expareja, Ryan Harley, con más de mil mensajes de texto rogándole que revivieran su relación. La mujer acudió varias veces a su domicilio, le dejaba regalos en la puerta de su casa y le llamaba a su celular constantemente.
El hombre, harto de la situación y temiendo por su vida, emitió una denuncia, pues también se había reportado violencia durante su noviazgo y temía de la respuesta negativa de parte de la joven. Lo llegaba a contactar hasta 150 veces por día. Los hechos se registraron en Ellesmere Port, una villa industrial y portuaria en perteneciente al condado de Cheshire, Inglaterra, Reino Unido; y la pareja comenzó a salir en mayo del 2020 para separarse en febrero del 2022.
Salieron por 1 año y 9 meses
De acuerdo con la información de los medios locales, la pareja estuvo saliendo por un año y nueve meses. Comenzaron su relación en mayo del 2020, por una de las fechas más críticas de la pandemia por el Covid-19 y luego, Ryan Harley, decidió terminarla en febrero del 2021 porque consideró que su relación era tóxica.
De acuerdo con las declaraciones del joven, el 9 o 10 de febrero —antes de la denuncia por el delito de acoso— Michelle Felton acudió al domicilio de la víctima, él la había invitado para intimar. A la mañana siguiente, él “se puso de mal humor”, se agitó, se levantó de la cama y discutieron.
En la pelea hubo violencia de parte de ambos, puesto que a ella sufrió una lesión en el dedo que se consideró como fractura y él sufrió una patada en medio de la ingle.
Luego de esto, Ryan Harley la convenció de no acudir inmediatamente al hospital y la cuidó durante cinco días para “no meterse en problemas”, pero después de esto decidió terminar la relación y ella dijo no poder entender su actuar. Finalmente, 12 días después, el 26 de febrero él hizo la denuncia por acoso donde le mostró a los oficiales el asedio por mensajes de texto, llamadas, los regalos y la negativa de parte de Michelle Felton de aceptar el término de la relación.
Ella se declaró culpable al día siguiente, el 27 de febrero ante el Tribunal de Magistrados de Warrington.
Le sentenciaron una multa por 50 libras esterlinas —que son alrededor de mil 147.70 pesos mexicanos—, pagar los costos de recuperación mental de la víctima, que fueron 395 libras esterlinas —poco más de nueve mil pesos mexicanos—, y finalmente, acudir un total de 30 días a terapia o alguna actividad similar de rehabilitación.
Asimismo, se le prohibió acercarse Ryan Harley durante un año y seis meses. Cabe recalcar que, durante este lapso, Michelle Felton casi pierde el dedo, pues la fractura provocada por su expareja —quien la convenció de no acudir a un hospital— le detonó en necesitar una cirugía para que no pediese la movilidad completa del dedo. Hasta la fecha, a pesar de salir bien de la operación, no puede moverlo con normalidad.
Los mensajes de acoso le generaron malestar a Ryan Harley
De acuerdo con el informe policial, del 15 al 26 de febrero le “llovieron” los mensajes al hombre. Había cientos de ellos cada día aunado a bastantes llamadas perdidas. Cuando Ryan Harley acudió al departamento de policía para emitir su denuncia, presentó su teléfono celular como evidencia. Cuando eloficial revisaba los textos, quedó evidenciado el asedio de la joven gracias a la cámara corporal de la autoridad. Aunque el policía aclaró que no eran textos amenazantes o abusivos, la naturaleza de los mismos era constante, Michelle Felton aseguraba amar a su expareja y le recalcaba que le dolía que la relación hubiera terminado. Aquí le externó que no quería seguir viviendo si él no volvía.
“Ella envió fotos de sí misma y dijo que le pertenecía a él. Él no respondió. La señorita Felton también asistió a su dirección cuando no fue invitada en varias ocasiones. Aunque se le informó varias veces que él no quería reanudar la relación ella no cumplía con su pedido. Él puntualizó que le estaba causando un gran malestar la situación, que no quería tener más contacto y deseaba rehacer su vida. Los mensajes le generaron un gran daño y angustia.”, apuntó la policía.
Ahora, la mujer ya tiene otra relación, trabaja en una óptica llamada Specsavers y antes de este suceso, no tenía condenas previas y de acuerdo al registro policial se dice que gozaba de un buen carácter. Solo tuvo una advertencia por agresión en el 2017.