Hace unos días la misión Artemis I lanzó la cápsula Orión y llegó a colocarse a 130 kilómetros de la Luna e inició el sobrevuelo de los lugares donde aterrizaron las misiones Apolo. Se trata de una cápsula que viaja sin tripulantes y está en su sexto día de la misión que busca llevar de nuevo a los humanos al satélite natural de la tierra.
Una misión sin contratiempos
Se trata de una de las principales fases de la misión Artemis 1 de la NASA, la cual dio inicio el pasado miércoles, cuando después de tres intentos logró despegar sin contratiempos del Centro Espacial Kenedy de Florida, que reunió a decenas de miles de personas en su alrededor.
Cerca de las 7 mañana, hora del tiempo de México, Orión inicio una maniobra denominada “outbound powered flyby”, la cual duró dos minutos y medio alcanzando una velocidad de 8 mil kilómetros por hora. Una acción que le permitió ubicarse a 130 kilómetros de la superficie lunar, para aprovechar su fuerza gravitacional, según lo planeado por la NASA. Se estima que la misión dure 25 días, 11 horas y 36 minutos. En el sexto día de la misión, Orión se ubica a unos 370 mil kilómetros de distancia de la Tierra.
Por un momento se perdió la comunicación
Cuando Orión tuvo su máximo acercamiento con la Luna se perdió contacto con la NASA. De acuerdo con lo especialistas, esto se debe porque al pasar por la cara oculta, se bloquea la señal que manda la nave a la agencia, impidiendo que llegue a las antenas Red del Espacio Profundo de la NASA, cuyas tres estaciones, ubicadas en Goldstone (EEUU), Camberra (Australia) y Madrid (España), que hacen un monitoreo continuamente todas las naves espaciales.
Una pérdida de señal que duró 14 horas, sin embargo ese era el plan de la NASA. “Ahora estamos transmitiendo todos los datos, que nos van a dar muchos más detalles, pero vamos a tardar un tiempo porque también estamos intentando transmitir los vídeos y fotos de la superficie de la Luna que ha tomado”, señaló García-Galán quien está al pendiente de la misión desde el Centro Espacial Johnson.
A lo largo de tres semanas se estarán probando, por primera vez, todos los sistemas de cohetesdel Space Launch System (SLS), el cual es más poderoso que existe en el mundo, así como los sistemas de la cápsula Orión, para comprobar que es segura para transportar a los astronautas que viajarán de nueva a luna. Un plan que será después del 2025, incluso algunos especialistas creen que sea en 2030.