Unos 71 millones de personas en todo el mundo han caído en la pobreza debido al brusco aumento de los precios de alimentos y energía, que han subido en las semanas desde la invasión rusa de Ucrania, según un reporte publicado el jueves por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
El PNUD estima que 51,6 millones de personas cayeron en la pobreza en los primeros tres meses de la guerra y vivían con 1,90 dólares o mes. Esto elevó el total global de personas bajo ese umbral al 9% de la población mundial. Otros 20 millones de personas bajaron de la línea de pobreza de 3,20 dólares al día.
En países de bajos ingresos, las familias dedican el 42% de sus dinero en comida. Pero conforme los países occidentales imponían sanciones a Rusia, el precio del combustible y de productos básicos como trigo, azúcar y aceite de cocina se disparaban. El bloqueo a los puertos ucranianos y su incapacidad para exportar grano a países de bajos ingresos impulsó aún más los precios y sumió con rapidez a decenas de millones de personas en la pobreza.
“El impacto en el coste de la vida casi no tiene precedentes en una generación (…) y por eso es tan grave”, dijo el administrador del PNUD, Achim Steiner, en la presentación del informe.
La velocidad con la que mucha gente experimentó pobreza fue mayor a las penurias económicas en el momento álgido de la pandemia. El PNUD señaló que 125 millones de personas sufrieron pobreza durante unos 18 meses durante los confinamientos y cierres de la pandemia, en comparación con los más de 71 millones en apenas tres meses desde que Rusia invadió Ucrania a finales de febrero.
“La velocidad de esto es muy alta”, dijo George Molina, economista jefe del PNUD y autor del reporte. Entre los países más afectados por la inflación están Haití, Argentina, Egipto, Irak, Turquía, Filipinas, Ruanda, Sudán, Kenia, Sri Lanka y Uzbekistán. En países como Afganistán, Etiopía, Mali, Nigeria y Yemen, el impacto de la inflación es aún mayor para los que ya estaban bajo el umbral más grave de pobreza.