Son 23 años que la serie colombiana “Yo soy Betty, la fea” o “Betty la fea” llegó a nuestra vida, llenando las tardes en familia de risas y sufrimientos por lo difícil que fue para “Beatriz Pinzón” lograr que su jefe, “Don Armando”, un hombre guapo y poderoso empresario, se fijara en ella por su talento en finanzas y buen corazón, en un ambiente laboral plagado de superficialidad, supermodelos y una discriminación constante por su mal aspecto físico y forma de vestir.
La manera de vestir de Betty era básica, vestidos largos, blusones holgados y abotonados hasta el cuello, acompañados de chalecos tejidos a mano o suéteres de colores opacos, sin brillo. Además de un bolso color café, que siempre la acompañaba y apretaba con fuerza cuando se sentía vulnerada ante cualquier situación donde era juzgada por su apariencia.
Pero hubo un accesorio que “Betty”, a la par de algunos de los personajes, portó con tanto estilo que se volvió un símbolo de moda, tanto para “feos” y “guapos”. Se trata de los lentes de pasta dura, si, esas gafas gruesas en tonos fuertes, faltos de estética y resistentes a cualquier caída por la dureza del material usado para su creación.
“Betty la fea” volvió tendencia los lentes de pasta
Con los años los lentes de pasta comenzaron a tener una personalidad propia, dejaron de ser catalogados para “ñoños” o “nerd”, estos estereotipos que la televisión implantó en la sociedad para discriminar a un sector brillante, pero falto de simpatía para relacionarse con los demás.
Fue el caso de “Nicolás Mora”, el mejor amigo de Betty durante toda la serie, y quién fue creado por el guionista Fernando Gaitán con la idea de ser un personaje joven, inteligente, soñador, pero algo torpe para hallar el amor. “Nicolás” impresionaba con su talento para los números y esos ojos marrón cubiertos por unos lentes de pasta en un tono naranja.
Otra foto con lentes de pasta en “Yo soy Betty, la fea” es la de “Sandra Patiño”, la “Jirafona”, interpretada por la actriz Marcela Posada, y quién formó parte del grupo de amigas de “Betty” dentro de la empresa especializada en textiles “Ecomoda” y que por su altura era víctima de burlas.
“Sandra Patiño” usó unas gafas ovaladas, con el armazón más delgado y puntiagudo en las orillas que le ayudaba a mostrar un rostro más estilizado.
Sin duda los guionistas que dieron vida a estos personajes de “Yo soy Betty, la fea” acertaron al incorporar los lentes de pasta en cada uno de ellos y los volvieron iconos de la moda.