Pese a la euforia que desataron las imágenes, hay una explicación mucho más simple: el cráter es real, pero fue una nave humana lo que lo provocó. Los astrónomos detallaron que una parte de un cohete cayó el 4 de marzo y tiene el tamaño de un autobús escolar.
Los orígenes de la parte del cohete siguen siendo un misterio; la NASA dice que las imágenes del lugar del accidente, que produjo un raro cráter de doble impacto, podrían ayudar a los astrónomos a identificar quién es el responsable.
¿Se resolverá el misterio?
En enero, el astrónomo Bill Gray informó de que la basura era una etapa superior de SpaceX Falcon 9 lanzada desde Florida en febrero de 2015, pero la empresa de Elon Musk aseguró que no fueron los responsables de la colisión, posteriormente se dijo que era un propulsor de cohetes Chang’e 5-T1 lanzado en 2014 por el gobierno de China, el que no volvió a la Tierra, y quedó orbitando en el espacio.
El Comando Espacial de los Estados Unidos, que rastrea objetos cercanos a la Tierra, sostuvo que la etapa superior de la misión Chang’e 5-T1 no se deorbitó y los restos son de una misión china, pero esto no ha sido aceptado por el gobierno del país asiático.
“Dado que el origen del cuerpo del cohete sigue siendo incierto, la doble naturaleza del cráter puede indicar su identidad”, aseguró la NASA. El cráter doble que dejó tiene aproximadamente 29 metros de ancho. Las imágenes del sitio también podrían resultar cruciales para los científicos que esperan obtener una mejor comprensión de las colisiones espaciales.