Uno de los “hábitos” más comunes que ocurren por la madrugada es interrumpir el sueño para ir al baño y orinar, un escenario que no debería de causar preocupación si se trata de algo ocasional, pero cuando ocurre casi todas las noches y por varias veces podría ser la señal de algunas complicaciones de salud.
Y es que no en todos los casos basta con voltear a ver la orina para determinar si está muy oscura o espumosa, algo que se suele relacionar con el daño en los riñones, pues incluso hasta una mayor micción puede ser un síntoma de enfermedades o trastornos.
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Es por ello que levantarse una o varias veces por la noche para hacer del baño no se considera como algo normal, ya que usualmente la cantidad de orina del cuerpo “disminuye durante la noche”, explica MedlinePlus, y gracias a esto las personas son capaces de dormir de seis a ocho horas seguidas sin interrupciones para querer orinar.
Cuando las ganas son muy intensas y despertar es inevitable también puede desencadenar otros problemas como una mala calidad del sueño debido a las constantes interrupciones del ciclo del sueño.
Las señales de alerta que no se deben ignorar si este es tu caso
Aunque en muchos casos el despertar por las noches para ir al baño es un síntoma de diversas enfermedades, primero se deben recordar algunos de los casos que estén detonando este problema, pues incluso se puede dar por consumir demasiados líquidos o alimentos ricos en cafeína como el café en especial si se beben al final del día. Por otro lado, se sabe que el alcohol puede conducir a tener más ganas de orinar.
En lo que respecta a otras posibles causas médicas, el interrumpir el sueño por las noches para orinar también se asocia con procesos naturales del cuerpo como el embarazo, pero también en algunas condiciones médicas como la diabetes o la insuficiencia renal crónica. A pesar que estos padecimientos son los más conocidos, no son los únicos y a continuación puedes encontrar la lista completa:
- Infección de la vejiga o las vías urinarias
- Agrandamiento de la glándula prostática
- Insuficiencia cardíaca
- Nivel elevado de calcio en la sangre
- Medicamentos
- Estrés o agitación
Sin embargo, nunca hay que autodiagnosticarse y en su lugar buscar ayuda de un profesional de la salud que dé una valoración personalizada del paciente, pues aunque padecimientos como los anteriores pueden ser los causantes de ir al baño por las noches, también se sabe que existe la apnea obstructiva del sueño y otros trastornos del sueño, como la nicturia, una enfermedad que se asocia con la edad y que afecta por igual a hombres y mujeres. En este último caso, el sitio especializado en medicina advierte que “puede desaparecer cuando el problema del sueño esté bajo control”.