Faltan sólo unos días para que millones de estadounidenses salgan a los centros de votación de todo el país para emitir su voto; sin embargo, no votarán directamente por el presidente o vicepresidente, sino para una lista de electores que, a su vez, deberían votar por los candidatos favoritos.
Estos electores conforman el Colegio Electoral, y los votos que estos emiten son los que determinan quién gobernará el país durante los próximos cuatro años.
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Desde el siglo XIX, cinco candidatos que ganaron el voto popular terminaron perdiendo en el Colegio Electoral. El ejemplo más reciente ocurrió en 2016, cuando Hillary Clinton obtuvo casi tres millones de votos más que Donald Trump, pero obtuvo casi 80 votos electorales menos.
¿Por qué los estadounidenses eligen a su Presidente mediante un Colegio Electoral?
El sistema por el cual un grupo de electores decide el resultado de la elección, en lugar del voto directo popular, nació de la Convención Constitucional de 1787 y se estableció en el Artículo II, Sección 1 de la Constitución.
Los delegados en la convención debatieron el tema durante meses. Algunos se opusieron a la idea de que el Congreso seleccionara al próximo presidente, temiendo corrupción, y otros se opusieron a la idea del voto popular debido a lo poco informado que estaba el votante.
También se dice que la esclavitud jugó un papel en la consolidación del sistema del Colegio Electoral, ya que los estados con grandes poblaciones de esclavos, los cuales no podían votar, perdían su capacidad de influir en la elección. La sustitución de electores eliminó esta dificultad y, en general, pareció ser la opción que suscitó menos objeciones.
El sistema del Colegio Electoral es blanco de críticas
En la actualidad, sin embargo, el sistema atrae las críticas, pues da más influencia a unos cuantos estados estados clave, lo que determina dónde y cómo hacen campaña los candidatos. Además, el Colegio Electoral también suele ser cuestionado cuando se trata de representaciones precisas de cómo votan los estadounidenses.
Ha habido cientos de propuestas para reformar el Colegio Electoral, pero cambiar un sistema que se ha utilizado durante siglos no es sencillo. Lo “más cerca” que estuvo de ocurrir fue cuando en 1969 la Cámara de Representantes aprobó una medida para implementar un sistema de voto popular, con la condición de que se celebrara una segunda vuelta en el Colegio Electoral si ningún candidato contaba con el apoyo de al menos el 40% de los votantes elegibles, pero fracasó en el Senado.