Val Kilmer ha dejado una marca imborrable en Hollywood con papeles que van desde héroes de acción hasta personajes complejos.
Su carisma y talento lo convirtieron en una estrella de los años 80 y 90, con películas que siguen siendo recordadas.
Uno de sus papeles más icónicos fue Top Gun (1986), donde interpretó a Iceman, el rival de Tom Cruise. Su actitud fría y desafiante lo convirtieron en un favorito del público.
Luego vino The Doors (1991), donde se transformó por completo en Jim Morrison, logrando una de sus actuaciones más aclamadas.
En Batman Forever (1995), Kilmer asumió el papel del Caballero de la Noche, dándole una interpretación más elegante y reservada. Pero si hay una película que demuestra su talento, es Tombstone (1993), donde interpretó al legendario Doc Holliday con un carisma inigualable.
A lo largo de su carrera, Kilmer ha demostrado que puede brillar en cualquier género. A pesar de sus desafíos de salud en los últimos años, su legado sigue vivo en la historia del cine.
