Cada 2 de febrero, los fieles católicos celebran el Día de Nuestra Señora de Candelaria, conocida litúrgicamente como la Purificación de la Virgen y la Presentación del Niño en el Templo.
Según historiadores, la fiesta de Candelaria proviene del pasaje que está en la Biblia, específicamente en el Evangelio según San Lucas en el capítulo 2 en los versículos del 22 al 40, donde narra la presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén, luego del tiempo de la purificación de María, como la Ley de Moisés manda (Levítico 12:1-2).
Historia y religiosidad
La festividad también es conocida como la fiesta de la luz o la fiesta de las candelas, pues para esta conmemoración se emplean muchas velas, que simbolizan la luz y pureza del alma de la Virgen.
En nuestro país esta festividad marca el final de la Navidad, que comienza el 7 de diciembre y en muchos hogares católicos del país se espera hasta esta fecha para retirar el nacimiento con la creencia de que la Virgen pasa a bendecir las viviendas en donde se cumplió con la elaboración de este.
¿Cómo se originó la festividad a la Virgen?
El sitio Aciprensa, destaca que la advocación mariana de la Virgen de la Candelaria o Nuestra Señora de la Candelaria tuvo origen en Tenerife, España.
Los relatos indican que 1392 la Virgen se apareció a dos aborígenes de las islas canarias denominados “guaches” que pastoreaban su rebaño, quienes, al llegar a la boca de un barranco, vieron que el ganado no avanzaba.
Uno de los pastores avanzó para ver lo que pasaba y vio en lo alto una pequeña imagen de madera de una mujer, como de un metro de alto. En la imagen, la señora portaba una vela en la mano izquierda y cargaba a un niño en el brazo derecho, mientras que el pequeño llevaba en sus manos un pajarito de oro.
La virgen de la Candelaria, patrona de Canarias, se venera en la Basílica de Nuestra Señora de la Candelaria en Tenerife, más adelante esta devoción se extendió y llegó también a América.
