El presidente ruso Vladimir Putin declaró que el grupo mercenario Wagner simplemente no existe como entidad legal, agregando otro comentario inescrutable a la serie de acontecimientos luego que el grupo protagonizó un alzamiento el mes pasado.
“No hay una ley sobre organizaciones militares privadas. Simplemente no existe“, dijo el mandatario a un diario ruso en referencia al Grupo Wagner.
Putin ofreció al diario Kommersant su propia versión de un evento en el Kremlin el 29 de junio, en el que participaron 35 comandantes del Wagner, entre ellos el líder del grupo, Yevgeny Prigozhin. Dicho encuentro se produjo cinco días después de que Prigozhin lideró un sorprendente pero efímero alzamiento contra las autoridades en Moscú.
Putin dijo que en esa reunión, el Grupo Wagner rechazó una oferta de mantener a sus elementos en Ucrania, donde han participado en batallas, bajo el liderazgo de su comandante directo.
“Todos podrían haberse quedado en un solo lugar y seguir sirviendo, y nada hubiera cambiado para ellos. Habrían seguido estando comandados por la misma persona que ya antes era su comandante real”, dijo Putin al diario.
El primer ministro ha dicho en otras ocasiones que los soldados de Wagner tenían que escoger entre firmar contratos con el Ministerio de Defensa, mudarse a Bielorrusia o dejar de servir.
Según Putin, si bien muchos de ellos asintieron con la cabeza cuando ofreció su propuesta, Prigozhin la rechazó, diciendo que los muchachos no aceptarían tal decisión. Esta, dijo Putin, fue una de varias opciones de empleo ofrecidas en la reunión.
Durante la revuelta, que duró menos de 24 horas, los mercenarios de Prigozhin avanzaron rápidamente por la ciudad de Rostov, en el sur de Rusia, y tomaron el cuartel militar local sin hacer un solo disparo antes de llegar a unos 200 kilómetros de Moscú.
Prigozhin describió el alzamiento como una marcha por la justicia para derrocar a líderes militares, quienes exigieron que Wagner firme contratos con el Ministerio de Defensa para el 1 de julio.
La suerte de Prigozhin y las condiciones de un acuerdo que puso fin a la rebelión mediante una amnistía para él y sus mercenarios, junto con permiso para irse a Bielorrusia, siguen siendo opacos.
Los miembros del Wagner están completando el proceso de entregar sus armas a las fuerzas rusas, aseguró el Ministerio de Defensa. El desarme del Wagner refleja el deseo de Rusia de neutralizar la amenaza que representaba y parece presagiar el fin de las operaciones del grupo en Ucrania, donde las fuerzas ucranianas están protagonizando una contraofensiva.
Con información de AP