Joe Biden afirmó que prevé hablar con su homólogo chino, Xi Jinping, pero sentenció que no se disculparía por derribar el globo que entró en el espacio aéreo estadounidense. Según las autoridades locales, tenía objetivos de vigilancia y recopilación de datos importantes para la seguridad del país.
“No queremos una nueva Guerra Fría” y “seguiremos hablando con China”, declaró en su breve discurso. “Espero hablar con el presidente Xi y llegar al fondo de esto”, agregó.
En conferencia de prensa desde la Casa Blanca, el mandatario estadounidense mencionó que es muy probable que estos artefactos sean de empresas privadas. Sin, embargo, puntualizó que por orden suya, las Fuerzas Aéreas seguirán derriban todo objeto que ponga en riesgo la seguridad en el cielo de su país, aunque admitió que es necesario crear un protocolo de actuación para saber cuando se trata de un objeto peligroso y cuando no.
Joe Biden afirmó que prevé hablar con su homólogo chino, Xi Jinping, pero sentenció que no se disculparía por derribar el globo que entró en el espacio aéreo estadounidense. Según las autoridades locales, tenía objetivos de vigilancia y recopilación de datos importantes para la seguridad del país.
“No queremos una nueva Guerra Fría” y “seguiremos hablando con China”, declaró en su breve discurso. “Espero hablar con el presidente Xi y llegar al fondo de esto”, agregó.
Historial de objetos avistados (y derribados)
Vale recordar que Estados Unidos se ha visto en el ojo del huracán desde inicios de mes debido al avistamiento de objetos inusuales sobrevolando su espacio aéreo. El sábado 4 de febrero, elementos de la Fuerza Aérea derribaron un globo aerostático que llevaba al menos un par de dias en el cielo norteamericano; los restos cayeron en el Oceáno Atlántico y posteriormente fueron recogidos por miembros de la Marina.
A la par, comenzó a circular la versión de que un segundo globo había sido visto sobrevolando espacio fuera de Estados Unidos. El Pentágono lo confirmó y dijo que éste se encontraba en Latinoamérica, aunque no precisó dónde. Poco después se informó que la Fuerza Aérea de Colombia había detectado el paso de un globo similar al visto sobre Estados Unidos e incluso trascendió que éste se había visto desde Costa Rica; sin embargo, este artefacto no fue derribado.
China confirmó que eran suyos los globos, pero rechazó que éstos formaran parte de una red de espionaje, sino que más bien tenían fines civiles (monitoreo meteorológico). En el caso del segundo, dijo que las malas condiciones climáticas habían desviado su curso previsto, por lo que condenó la reacción excesiva de Estados Unidos al derribar al primer globo en el Océano Atlántico y exigió que devolvieran los restos.
La tensión -de por sí ya existente- aumentó considerablemente entre ambas naciones. Sobre todo después de que esta semana Estados Unidos dijera que los artefactos aerostáticos eran una potencial amenaza debido a que tras analizar el objeto derribado hallaron “componentes electrónicos críticos” que ponían en riesgo la seguridad del país.
Por otro lado, en días posteriores al incidente con los globos chinos, aviones de caza estadounidenses derribaron -por orden directa de Joe Biden- otros tres “artefactos” misteriosos: el viernes sobre Alaska (noroeste), el sábado sobre Yukón, en el noroeste de Canadá y el domingo sobre el Lago Hurón en el norte de Estados Unidos. Al respecto, la Casa Blanca informó esta semana que en dichos OVNI (objetos voladores no identificados) no había indicios de actividad extraterrestre, como se especuló en medios de comunicación y las redes sociales.