Ciudad de Guatemala, 30 ene (AGN).- El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) compartió consejos para que los padres de familia le enseñen a los niños mantener las medidas sanitarias en las aulas en el regreso a clases.
La cartera de Salud resaltó que ante el regreso de estudiantes a las aulas, después de casi tres años de virtualidad, es importante que se tomen medidas de higiene.
Además, informó que para los niños y adolescentes tener buena salud les beneficia en el proceso de aprendizaje y en el buen rendimiento escolar.
Por ello, instó a los padres de familia a instruir a sus hijos para que mantengan las medidas de bioseguridad durante el tiempo que estén en clases.
Recomendaciones
Juan Carlos Reyes, jefe de Pediatría del Hospital San Juan de Dios, compartió algunas recomendaciones para el regreso a la presencialidad. Estas incluyen:
- mantener comunicación entres padres e hijos sobre la importancia de las medidas sanitarias
- promover el conocimiento de los niños sobre el lavado constante de manos con agua y jabón
- usar constante y correctamente la mascarilla
- identificar objetos personales para evitar que el pequeño los comparta
- instruir a los niños para que cuando se sientan mal, lo informen al docente
Sobre todo, aconsejó que los padres de familia verifiquen la salud de sus hijos cada día, para evitar exponerlos en caso de presentar síntomas de gripe.
Cabe resaltar que si el niño se siente mal o está enfermo, deben llevarlo inmediatamente al médico para evitar contagios, comentó Reyes.
Más protección
El Ministerio de Salud destacó que otra forma efectiva para proteger a la niñez es que los padres de familia lleven a sus hijos a vacunarse contra el COVID-19; puesto que los niños en las escuelas estarán expuestos a más personas y pueden contagiar a un miembro de la familia que sea de alto riesgo.
De esa cuenta, en la actualidad los servicios de salud del país cuentan con dosis de Moderna que son administradas a personas de 6 a 11 años de edad de manera gratuita.
El proceso de administración consta de dos dosis que se aplican con un intervalo de 8 semanas o 57 días.
Sin embargo, se destacó que la vacuna no evita la enfermedad, pero hace que la infección sea más leve en el paciente, evitando complicaciones en la salud.