La reina de Inglaterra Isabel II ha muerto a los 96 años, anunció ayer el Palacio de Buckingham.
Jefa de Estado de Reino Unido y de 14 países de la Commonwealth, falleció en su castillo escocés de Balmoral, tras siete décadas de reinado. Este año celebró su Jubileo de Platino. Pero el deterioro de su salud se aceleró en los últimos días.
El martes había recibido al premier dimisionario, Boris Johnson, y a su sucesora, Liz Truss, en Balmoral, renunciando por primera vez a celebrar este acto protocolario en Londres.
El fallecimiento puso en marcha la ‘Operación Unicornio’, el plan de contingencia previsto si Isabel II moría en Escocia, para llevar el cuerpo a Londres.https://d-13485097302168742021.ampproject.net/2208242209000/frame.html
Está previsto que se organice en Londres una capilla ardiente con el féretro de la reina para que los ciudadanos puedan despedirse de ella.
Líderes mundiales, ingleses y el Parlamento rindieron tributo a la reina.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, lamentó la muerte de la reina y demostró con sus propias lágrimas que el país entero llora su muerte.
En una noche lluviosa, miles de personas se congregaron ante las puertas de hierro negro del Palacio de Buckingham en el centro de Londres para depositar ofrendas florales.
Se colocaron retratos de Isabel en vallas publicitarias en Londres, en Piccadilly Circus y en el distrito financiero de Canary Wharf, así como al otro lado del Atlántico, en el Times Square de Nueva York. En Washington, la bandera estadounidense se izó a media asta.
La muerte de Isabel puso de nuevo sobre la mesa el costo de la familia real al erario: unos 120 millones de dólares anuales. La fortuna de la familia real podía llegar a 13,400 millones de libras esterlinas. El valor de las joyas de la corona, otros 3 mil millones de dólares.