Según el ente, los datos registrados en los últimos tres meses casi triplican a los contabilizados en similar etapa estival de 2021, en la que se reportaron 1.353 muertes atribuidas a las altas temperaturas.
En lo que va de 2022, el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) del ISCIII ha registrado un total de 311 mil 331 decesos, superando sus pronósticos iniciales de 281 mil 325 fallecimientos.
Desde el inicio del verano, España ha reportado 111 mil 549 muertes, de ellas 44 mil 671 ocurridas en julio, 37 mil 175 en lo que va de agosto, mientras que junio tuvo los valores más bajos, con 29 mil 703.
Según explicó el profesor titular de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Valencia, Óscar Zurriaga, las elevadas temperaturas pueden empeorar la condición de salud de una persona o causar su muerte.
A causa de las olas de calor
En este sentido, el MoMo determinó que el aumento de decesos en los últimos tres meses coincide con la ocurrencia de las olas de calor. Los cálculos estimaron que, en 25 jornadas no consecutivas de excesivas temperaturas; ocurrieron poco más de un tercio de las muertes asociadas al calor, lo que equivale a un aproximado de 69 decesos en cada uno de esos días.
Las estadísticas del MoMo refirieron que entre el 11 y 18 de junio pasado, cuando se produjo la primera ola de calor; hubo 373 fallecimientos como consecuencia de las altas temperaturas. La segunda fue más intensa, duradera y abarcó una mayor área, por lo que registró 845 muertes; quintuplicando las contabilizadas en un episodio más breve y ligero de similar periodo de 2021.
Otro repunte de 575 decesos debido al calor fue entre el 30 de julio y el 6 de agosto, cuando se registró otra ola; coincidiendo con una etapa que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) cataloga como la segunda más cálida desde la primera quincena de agosto de 2003.
Hasta el momento, es Madrid (capital de España) la que mayores decesos registra; junto a las regiones del centro oeste y del norte que carecen de costa.
El sistema MoMo fundamenta sus estimaciones a partir de un modelo matemático que se basa en tres fuentes de datos; los registros civiles, los cálculos de temperaturas que aporta la Agencia Estatal de Meteorología y los censos poblacionales del Instituto Nacional de Estadística.