El mito se originó a partir de una columna en un periódico local hace 86 años, la cual relataba cómo un hombre de negocios y su esposa conducían por la orilla norte del lago Ness cuando fueron testigos de una“tremenda agitación” en el agua. Al detenerse, observaron una enorme criatura con cuerpo de ballena. La pareja esperó a que volviera a salir, pero nunca más lo hizo.
Muchos consideran que esta leyenda se trataría de una estrategia para favorecer el turismo; sin embargo, en los últimos años, la ciencia ha considerado nuevas hipótesis que arrojan explicaciones a los avistamientos del animal. Y es que hay más de mil encuentros con el Monstruo del lago Ness están registrados en un “Registro de avistamientos” oficial. Los informes se remontan al año 565 d. C.; no obstante, podrían atribuirse a otro animal.
Neil Gemmell, genetista y profesor de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, aseguró que podía usar la ciencia para descartar algunas de las ideas después de analizar el ADN en 250 muestras de agua del lago Ness.
“La teoría restante que no podemos refutar con base en los datos de ADN ambiental obtenidos, es que lo que la gente está viendo es una anguila muy grande”, escribió el equipo de Gemmell en su sitio web explicando los hallazgos. No obstante, aún no está comprobada ninguna hipótesis como para asegurar que una gran anguila sería la responsable de los avistamientos.
Un pequeño plesiosaurio
Otras teorías permanecen en la idea de que sí existió el animal, pero hace millones de años. Un estudio de la Universidad de Bath (Reino Unido) asegura que los fósiles de pequeños plesiosaurios encontrados en un sistema fluvial de 100 millones de años que ahora es el desierto del Sáhara sugieren que Nessie es una realidad “plausible”.
Las descripciones de Nessie después de supuestos avistamientos se parecen al plesiosaurio prehistórico, un reptil marino con cuatro aletas, cuello largo y cabeza pequeña.
El descubrimiento de los fósiles en un sistema fluvial de la misma cantidad de años que ahora se encuentra en el desierto del Sáhara sugiere que el plesiosaurio habitaba en agua dulce, con ranas, cocodrilos, tortugas, peces, tal como en el lago Ness.
Sin embargo, este sería de un tamaño menor al que dicta la leyenda. La excavación desenterró huesos y dientes de un plesiosaurio adulto de 9.8 pies de largo y un hueso del brazo de un bebé de 4,9 pies.