En retrospectiva, parece que la reina Isabel II nos preparó todo el tiempo para su partida.
La transición comenzó lentamente cuando la reina delegó más de sus deberes públicos a su hijo y heredero, ahora el rey Carlos III, en últimos años. Pero se intensificó en 2022 cuando Isabel celebró 70 años en el trono.
Expresó su deseo de que la esposa de Carlos, Camila, fuera conocida como reina consorte tras la muerte de la monarca.
Es poco probable que la ceremonia de coronación de Carlos III se celebre inmediatamente. En el caso de su mamá sucedió un año después de guardarle luto a su padre el rey Jorge VI.
A partir de hoy, el nuevo monarca tiene el reto de cuidar la pervivencia de la Commonwealth, evitar la independencia de Escocia, combatir su inclinación a expresar opiniones propias, acercarse más a los “comunes” –un reto por su clasismo–, sobre todo, se debe de convertir en un símbolo de estabilidad como su madre.
A pesar de las críticas, seis de cada 10 británicos quieren que Reino Unido siga siendo una monarquía, pero dependerá del nuevo monarca.
