La magistrada presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Blanca Alfaro, ha compartido parte de los planes que tiene ella luego de que concluya el periodo 2020-2026 en marzo próximo.
«No me veo en ningún cargo político-partidario en estos momentos, sino que es parte de esa ética y esa moral que hay que dejar, dado que hubo una exposición bastante considerable ante a la población. Esperaremos su tiempo, desde el punto de vista político-partidario, aclaro. Lo más importante es arreglar mis problemas judiciales», respondió la togada.
Cuando faltan menos de cuatro meses para finalizar su mandato como magistrada del Tribunal Supremo Electoral (TSE), la presidenta en funciones de esa entidad, Blanca Alfaro, comentó que ha pensado en la posibilidad de que se gire una orden de captura en su contra, una vez deje de gozar del derecho de antejuicio.
La magistrada indicó que hay por lo menos 50 solicitudes para despojarla de inmunidad, producto de una serie de investigaciones y denuncias planteadas en el marco del proceso electoral que se celebró en 2023.
En sentido, dijo, empieza a analizar qué hará cuando termine el período para el cual fue electa. Ello ocurrirá el 20 de marzo de 2026.
«Ningún ser humano quiere pensar en eso», expresó, sobre la posibilidad de que se solicite su detención; no obstante, reconoció que «algunas noches» lo ha meditado, sobre todo al terminar sus labores diarias y dejar la sede del TSE.
NO ESTARÍA EN LA ENTREGA DEL CARGO
Por el momento, no ha decidido cómo actuará al dejar de ser magistrada, aseguró Alfaro, pero no descartó salir del país.
Además, mencionó que pedirá al también magistrado Gabriel Aguilera que pida un permiso especial para poder entregar el cargo, ya que él es quien ostenta la presidencia del TSE, aunque tiene prohibido ejercer funciones, por orden judicial, desde marzo de 2024.
Si Aguilera obtuviera el permiso, ella no tendría que «aparecer en la foto de entrega», afirmó. También hizo ver que eso le permitiría ponerse a disposición de Tribunales o decidir sobre «una salida», ya que «nadie quiere estar preso».
«Son muchos sentimientos, porque también está la familia, pero son temas que, hay que decirlo, sí preocupan», agregó.
La pregunta sobre un posible futuro cargo o candidatura, como magistrada, ya sea dentro del tribunal electoral una vez más o en la Corte de Constitucionalidad (CC) por ejemplo, surge también ante la incertidumbre por las solicitudes de retiro de antejuicio contra Alfaro, que ella menciona suman cerca de 50.
Por lo cual también se intentó abordar si Alfaro podría estar buscando una candidatura como Fiscal General y Jefe del Ministerio Público (MP) y mantener su inmunidad, proceso que se determina dos meses después de que termine la magistratura, a lo cual únicamente respondió: «Ojalá no me capturen, pues».
El Tribunal Supremo Electoral se ha visto envuelta en crisis por la presidencia debido a que Alfaro fue la única magistrada titular que no tuvo impedimento para ejercer su cargo, contrario a lo ocurrido con el resto de los titulares por una investigación que emprendió el Ministerio Público por los resultados de las elecciones generales en 2023.
