La infraestructura de transporte mundial es simplemente asombrosa. Recientemente se inauguró la estación de tren Chongqing East Railway Station, en el suroeste de China, denominada por expertos como “la obra del siglo”.
Esta nueva terminal no solo es sorprendente por su capacidad y diseño, sino que se corona oficialmente como la estación de tren más grande del mundo.

Su tamaño es tan monumental que supera cualquier comparación. Su superficie total es equivalente a la de unas 170 canchas profesionales de fútbol puestas una al lado de la otra.
Para explicarlo a detalle; su extensión es de más de 1.2 millones de metros cuadrados aproximadamente, considerando que una cancha promedio es de unos 7,000 metros cuadrados. Este proyecto no es simplemente una estación, sino un complejo metropolitano completo.
El diseño interior y exterior está enfocado en la funcionalidad para gestionar un flujo masivo de pasajeros. Se estima que la estación tiene capacidad para albergar decenas de miles de personas simultáneamente y manejar un tráfico diario de cientos de trenes de alta velocidad, regionales y de cercanías.
¿Cómo es la estación de tren más grande del mundo?
El complejo incluye 15 plataformas y nueve vías, extensas áreas comerciales, hoteles de lujo y centros de convenciones, lo que lo convierte en un destino en sí mismo y un catalizador para el turismo y el comercio minorista local. Más allá del tamaño, el diseño de la estación ha sido elogiado por su enfoque en la sostenibilidad y la experiencia del usuario.
La estructura incorpora paneles solares a gran escala, sistemas de recolección de agua de lluvia y una arquitectura que maximiza la luz natural, reduciendo drásticamente la dependencia de la iluminación artificial y el consumo energético. Esta nueva terminal desplaza del primer puesto a otras estaciones históricas que anteriormente ostentaban el título de las más grandes, como la Grand Central Terminal en Nueva York o la Estación de Beijing Sur en China.

Desde la estación se puede viajar a ciudades como Shanghái, Chengdu, Cantón y Pekín en trayectos de seis y ocho horas. | Foto: Sasac.gov.cn
Miles de millones de dólares invertidos
La construcción de este coloso ferroviario representó una inversión multimillonaria, superando los 7.800 millones de dólares. Este presupuesto se destinó no solo a la obra estructural, sino también a la implementación de tecnología de punta en seguridad, gestión de tráfico ferroviario, eficiencia energética y experiencia del pasajero.
Ingenieros y arquitectos de renombre internacional participaron en el proyecto, destacando el uso de materiales de última generación y técnicas de construcción rápida que permitieron completar la obra en un tiempo récord, lo que se traduce en siete años de construcción a pesar de sus complejas dimensiones.
Gran impacto económico y social
La inauguración de la estación más grande del mundo trasciende el ámbito del transporte. Este proyecto está posicionado para ser un potente motor de desarrollo económico y social en su región al centralizar múltiples líneas ferroviarias y de metro, la estación reduce significativamente los tiempos de viaje y aumenta la accesibilidad para millones de personas, fomentando la movilidad interurbana.
Durante su fase de construcción, el proyecto generó miles de empleos directos e indirectos. Ahora, su operación permanente requiere un vasto personal de servicio, seguridad y mantenimiento.






