La Junta de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) aprobó por unanimidad un aumento en la tarifa base del metro y autobuses de Nueva York, que pasará de 2,90 dólares a 3,00 dólares a partir del 4 de enero de 2026, marcando otro ajuste en el costo del transporte público de la ciudad.
Según la propuesta oficial, también subirán los precios en los trenes del Long Island Rail Road (LIRR) y Metro-North, además de los peajes en puentes y túneles bajo jurisdicción de la MTA.

Esta medida llega tras un proceso de audiencias públicas y revisiones al plan inicial. El diseño original del aumento contemplaba que el alza entrara en vigor en agosto de 2025, pero fue postergada para coincidir con la implementación completa del sistema de pago tap and ride (OMNY), lo que facilitaría la transición y eliminaría gradualmente el uso de la MetroCard.
En el anuncio oficial, MTA señaló que el incremento de 10 céntimos, desde 2,90 dólares hasta 3,00 dólares, responde al incremento de costos operativos y financieros que afectan el sistema de transporte.

Dentro de los ajustes aprobados, el costo del pasaje en autobuses expresos ascenderá de 7,00 a 7,25 dólares, mientras que los pasajes reducidos para personas mayores o con discapacidad también subirán de 1,45 a 1,50 dólares.

El billete de un solo viaje elevará su precio de 3,25 a 3,50 dólares. En paralelo, los usuarios que utilicen tarjetas u otros medios electrónicos estarán sujetos a un nuevo límite semanal (fare cap): tras pagar 12 viajes en una semana, todos los viajes adicionales serán gratuitos, con un límite máximo de 35 dólares por semana para tarifas completas.
Para los servicios ferroviarios del LIRR y Metro-North, las tarifas de abonos semanales y mensuales aumentarán hasta un 4,5%. En cuanto a boletos simples, los incrementos podrán llegar hasta un 8%, especialmente en las zonas más alejadas.

Los peajes en puentes y túneles administrados por la MTA también subirán, con incrementos proyectados del 7,5%. El debate sobre el alza de tarifas generó críticas de residentes y activistas que advierten del impacto en los hogares de menores ingresos.
Sin embargo, los defensores del ajuste apuntan a que el sistema enfrenta déficit operativos y crecientes costos estructurales. Durante las audiencias públicas previas, se hicieron revisiones al plan original para moderar algunos aumentos, como reducir el alza del tope semanal propuesto inicialmente de 36 a 35 dólares.
El presidente de la MTA, Janno Lieber, describió el aumento como “modesto” en medio del contexto inflacionario y dijo que se buscó preservar la accesibilidad para la mayoría de los usuarios. Además, la decisión coincide con el retiro programado de la MetroCard hacia fines de 2025 y la adopción total del sistema OMNY como método principal de pago.
Con este cambio, un viaje en metro o autobús ordinario en Nueva York costará pronto 3 dólares, mientras el sistema de transporte espera amortiguar el impacto con medidas de solidaridad y planes de mejoras al servicio.

