Sin embargo, más allá de incluirla en el cepillado habitual de los dientes, la mayor parte del tiempo la pasamos por alto a la hora de pensar en nuestro autocuidado.
Pero te sorprenderá saber que este órgano es tan versátil que incluso puede darnos señales de que algo anda mal en otras partes del organismo. Seguramente le prestarás un poco más de atención a tu lengua la próxima vez que te veas en el espejo después de leer esto.
Lengua Sana
Primero, es importante que sepas cómo debe verse una lengua que está sana, para que después puedas identificar cualquier señal preocupante. Varios portales médicos explican que una lengua sana es de color rojo rosado y está cubierta por una mucosa o capa de tejido húmedo. En la superficie se notan pequeñas protuberancias llamadas papilas, que son las que nos ayudan a percibir los sabores de los alimentos.

Lengua con capa Blanca
Si notas manchas blancas, como parches en la lengua, podría ser una infección por hongos llamada candidiasis bucal, que suele aparecer tras pasar por alguna enfermedad o al tomar medicamentos que alteran el equilibrio bacteriano en la boca. Esto también es común en personas con diabetes mal controlada o que son VIH positivas, pues su sistema inmune está debilitado.
Otra causa menos común es la leucoplasia, que es un crecimiento descontrolado de células en la boca que, si bien muchas veces es inofensivo, en algunos casos puede causar cáncer.

Lengua demasiado roja
Una lengua que es demasiado roja puede ser una señal de deficiencia de vitamina B3, vitamina B12 o ácido fólico. Sin embargo, ten en cuenta que una deficiencia de nutrientes suele presentar también otros síntomas, como cambios en la piel, problemas de visión o incluso cambios en el estado mental.
En casos más raros, una lengua de color rojo fresa podría ser un síntoma temprano de la enfermedad de Kawasaki, una afección rara que inflama los vasos sanguíneos del cuerpo, o de la fiebre escarlatina, especialmente en niños. Pero, en general, la causa más común puede ser que simplemente comiste o bebiste algún alimento de color rojo, así que verifica primero tu dieta antes de alarmarte.

Lengua lisa
Si notas que toda o una parte de tu lengua está lisa, podría ser glositis, una inflamación que puede causar dolor, hinchazón, cambios en la textura (porque afecta las papilas) y dificultad para hablar, masticar o tragar. Existen varias causas, como deficiencias nutricionales, infecciones (como candidiasis bucal, gingivitis o periodontitis) e irritantes bucales como alimentos picantes o ácidos.
Sin embargo, se sabe que la glositis también es una señal de la enfermedad celíaca, un trastorno autoinmune que afecta el intestino delgado. Así que, si notas esto además de otras incomodidades al comer gluten, acude a tu médico para hacerte una prueba.

Lengua “Vellosa”
No, no es que te salgan “pelos” en la lengua. Se trata de una afección llamada leucoplasia pilosa, que causa manchas blancas u oscuras, irregulares y con una textura rugosa o “vellosa” en la lengua. Estas protuberancias acumulan bacterias y restos de alimentos. En la mayoría de los casos, aparecen por un sistema inmune debilitado por alguna enfermedad pasajera y desaparecen al poco tiempo, e incluso mejoran tras cepillarse o rasparse la lengua.
Pero, si persisten y causan dolor, especialmente en los laterales de la lengua, puede ser una señal de virus como el de Epstein-Barr o el VIH.


Lengua con capa amarilla, marrón o negra
Aunque se vea muy mal, en realidad esto suele simplemente indicar que la persona tiene una higiene bucal deficiente. Esta capa se debe a la acumulación de bacterias, y su color va a depender de varias cosas, como el consumo de tabaco, bebidas alcohólicas, o café o té negro en exceso. El uso de productos con mentol, peróxido, eucalipto o alcohol, como algunos enjuagues bucales de mala calidad, también puede causar que aparezca una capa amarillenta en la lengua.
Ahora bien, si además de tu lengua también notas la piel y los ojos con un color amarillo, acude al médico, ya que pudiera ser un problema hepático o de la vesícula.

Lengua agrandada
Si de repente tu lengua se agranda o se inflama, lo más seguro es que sea a causa de una reacción alérgica, así que deberías acudir a una sala de emergencias lo más pronto posible.
Pero, si sientes que en condiciones normales tu lengua es más grande de lo normal (es decir, que constantemente estorba tu mordida e incluso tiene marcas permanentes de dientes a los lados), pudiera ser una señal de hipotiroidismo, una afección que se caracteriza por tener una glándula tiroides hipoactiva. Un endocrinólogo puede ayudarte a salir de dudas.

Lengua “Ardiente”
Seguramente alguna vez te habrás quemado la lengua con un café o chocolate caliente, o incluso comiendo piña, así que conoces la sensación. Pero, si eso lo sientes sin una razón, es posible que se trate del síndrome de boca ardiente (SBA). Las causas de esta afección, que puede llegar a durar meses, no están claras, pero se cree que se debe a un problema con los nervios de la lengua causado por sequedad bucal, infecciones, reflujo ácido o incluso diabetes. Se sabe que el estrés y la depresión también pueden contribuir al SBA.
Generalmente, los médicos recetan medicamentos para aliviar el dolor y medidas de alivio como mayor hidratación y enjuagues bucales sin alcohol.

Medidas para una lengua sana
Esta lista de síntomas es solo de referencia y no pretende sustituir el consejo profesional. Si observas algunos de estos síntomas, o cualquier otro problema en la lengua, lo mejor siempre será que acudas a tu proveedor de atención médica. Pero si tienes la lengua sana y quieres mantenerla así, existen algunas medidas que puedes tomar:
- Deja de fumar o disminuye la cantidad de cigarrillos que consumes al día.
- Disminuye el consumo de café, té, vino, colas y otras bebidas oscuras.
- Bebe suficiente agua, pues mantener la hidratación ayuda a eliminar las bacterias y los alimentos de la lengua y también a prevenir la sequedad bucal.
- Recuerda limpiar la lengua cuando te cepilles los dientes. Puedes hacerlo con el mismo cepillo o con un raspador de lengua. Esto eliminará las bacterias y las células muertas.

