¿Qué son los terrores nocturnos? Se consideran un trastorno de interrupción del sueño que afecta a niños de 4 a 12 años. Suelen ocurrir después de las primeras tres horas tras conciliar el sueño, estos suelen ser miedo a la oscuridad o pesadillas. La alimentación es uno de los factores para su higiene del sueño.
Seguramente más de una vez tu hijo te despertó por tener un mal sueño o porque le da miedo dormir solo. Los trastornos del sueño suelen ser causados por varios factores, entre ellos un mal descanso o la alimentación en exceso, pues al tener el estómago pesado no puende conciliar el sueño.
Una de las medidas que pueden ayudarlos a la hora de dormir es tener una cena ligera con alimentos que tengan sustancias que los ayuden a relajarse y dormir tranquilamente. Checa esta lista con cenas que puedes darles antes de ir a la cama.
Mejores alimentos para conciliar el sueño
- Plátanos
Esta fruta es rica en potasio y magnesio, minerales que regulan el sistema nervioso y estimulan la relajación de los músculos. También posee melatonina, una hormona que ayuda al sueño y vigilia, por lo que se dormirán más rapido.
- Frutos secos
Alimentos como las almendras o nueces también son ricos en la sustancia melatonina, por lo que descansarán más y mejor a la hora de dormir. También tienen magnesio y vitamina B, que intervinenen en el sistema nervioso para reducir la sensación de ansiedad y relajarse.
- Leche
Un vaso de leche antes de dormir puede ayudarnos a conciliar mejor el sueño, sobre todo si está tibia. Esta es rica en triptófano, un aminoácido que induce el sueño y mejora el descanso. Además, minerales como el magnesio y el zinc mejoran la absorción de esta sustancia que nos ayuda a relajarnos.
- Fresas y cerezas
Los frutos rojos son otra buena opción al ser ligeros, inducen el sueño y se pueden digerir de forma fácil durante la noche. Tambén tienen melatonina y aumenta el tiempo en que dormimos evitando que los niños interrumpan su sueño durante la noche.
- Avena
La avena también es rica en esta sustencia que ayuda a conciliar el sueño, regula el ciclo de sueño y la vigilia. Además, al provocarnos sensación de saciedad evitará que los niños tengan hambre por la noche y se levanten por un bocadillo nocturno. Si la combinas con un vaso de leche caliente los ayudará a combatir el insomnio.