El mexicano Elpidio Reyna fue detenido este miércoles 23 de julio acusado de lanzar piedras a policías en los disturbios ocurridos en Paramount, California, el pasado 7 de junio, durante las protestas contra los operativos migratorios realizados por el ICE e impulsados por las nuevas políticas de la administración de Donald Trump.
Reyna es acusado de herir a un oficial federal durante estas manifestaciones y al ser considerado una persona peligrosa, se ofrecía una recompensa de 50,000 dólares por cualquier información que llevara a su captura.

A principios de junio, el Servicio de Migración y Control de Aduanas (ICE) llevó a cabo diversos operativos en el área metropolitana de Los Ángeles, para cumplir con los lineamientos de cero tolerancia a la inmigración ilegal establecidos por el gobierno de Donald Trump.

Durante al menos 4 días a partir del comienzo de estas operaciones, se registraron protestas, muchas de las cuales terminaron en disturbios y enfrentamientos entre angelinos y migrantes contra agentes federales.
Elpidio Reyna se entregó a las autoridades un mes después de haber ocurrido estos enfrentamientos en los que también se quemaron un par de automóviles.
Ofensiva federal contra migrantes indocumentados en EE.UU.
El mes pasado la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, afirmó que todas agresiones a los agentes de las fuerzas del orden enfrentarían cargos federales y se buscaría la pena máxima para cada delito. “Pueden correr, pero no pueden esconderse. Si atacan a un oficial de las fuerzas del orden, los encontraremos”, sentenció la titular del Departamento de Justicia estadounidense.

Bill Essaily, fiscal de Distrito de California, compartió imágenes de la captura de Elpidio Reyna. El mexicano estuvo prófugo cerca de mes y medio, tras ser grabado lanzando piedras contra los vehículos de los oficiales que llevaban a cabo los operativos anti migrantes. Reyna portaba un jersey de los Nopaleros de Zacatecas el día de estas agresiones, lo que ayudó a su ubicación. Además, el tatuaje con el nombre “Carmen” en el brazo izquierdo colaboró también a su captura.
Durante los disturbios en Los Ángeles, migrantes salieron a las calles con banderas de sus países de origen; un mexicano que se subió sobre un auto quemado por los saqueadores, se convirtió en la imagen representativa de la indignación por el endurecimiento a las políticas migratorias en la administración actual.

El pasado 10 de junio, el presidente Donald Trump criticó a los manifestantes por portar banderas latinas y aseguró que lo que ocurrió en California “era un ataque en toda regla a la paz, el orden público, la soberanía nacional perpetrado por alborotadores que portan banderas extranjeras con el objetivo de continuar una invasión a nuestro país”.
No permitiremos que agentes federales sean atacados ni que una ciudad estadounidense sea invadida y conquistada por un enemigo extranjero, porque eso es lo que son
Por su parte, Ronald Johnson, embajador de Estados Unidos en México, refirió “nuestras banderas representan identidad nacional, orgullo y valores compartidos, no división ni legalidad. Enarbolar una bandera extranjera mientras se ataca a las fuerzas del orden de los Estados Unidos y se destruye propiedad pública o privada, sólo daña una relación bilateral que trabaja unida para que todos nuestros ciudadanos estén más seguros y sean más prósperos”.


