Australia, conocida por su adopción de energías renovables, enfrenta un dilema paradójico: el éxito masivo de los paneles solares en los tejados de sus hogares está poniendo a prueba la estabilidad de su sistema eléctrico. Lo que comenzó como una victoria ambiental y un paso hacia la autosuficiencia energética, se ha convertido en un desafío técnico sin precedentes.
La proliferación de sistemas solares, que alimentan a millones de hogares, ha generado un excedente de energía tan significativo que las autoridades se ven obligadas a intervenir para evitar sobrecargas en la red.
La instalación de paneles solares es positiva en términos de sostenibilidad, pero exige una revisión profunda de la infraestructura y las políticas energéticas del país. Con aproximadamente un tercio de las viviendas unifamiliares equipadas con paneles solares, Australia se ha transformado en un gigante de la generación distribuida de energía renovable. Sin embargo, esto genera un problema, un exceso de energía sin precedentes.

Energías renovables, red eléctrica, Australia La red eléctrica pasará de moda: Australia lanza aviso de la futura desaparición de la energía tradicional. Fuente: Canva
Cómo solucionar el problema de la energía tradicional
En estados como Victoria, el segundo más rico de Australia, la producción de energía solar ha alcanzado niveles que superan la demanda en ciertos momentos, sobrecargando la red eléctrica. Según el Operador del Mercado Eléctrico Australiano (AEMO), las viviendas con paneles solares han llegado a generar más de 20 gigavatios (GW) de energía, una cantidad suficiente para abastecer a gran parte del país en días soleados y de temperaturas moderadas. Sin embargo, este exceso de energía solar, aunque beneficioso, ha creado nuevas complicaciones para la gestión y el equilibrio del sistema eléctrico.
La clave del problema radica en la capacidad de la red eléctrica para equilibrar la oferta y la demanda en tiempo real. Los días soleados y frescos, generan un exceso de electricidad solar a través de los paneles solares, que no puede ser consumida por los hogares. Esta situación provoca que la demanda de electricidad de la red caiga a niveles peligrosamente bajos, incluso por debajo de los umbrales necesarios para mantener el sistema en funcionamiento.

AEMO ha emitido advertencias de “carga mínima del sistema” al prever que la demanda de electricidad en el estado de Victoria caería a niveles históricamente bajos, poniendo en riesgo la seguridad del suministro eléctrico y exigiendo medidas extraordinarias para evitar el colapso de la red.
Para evitar sobrecargas y apagones, AEMO ha tenido que desconectar temporalmente paneles solares de los tejados y limitar la cantidad de excedente que pueden enviar a la red. También se ha considerado reactivar líneas de transmisión fuera de servicio y se ha solicitado a los propietarios de grandes baterías que mantengan sus sistemas vacíos para almacenar el exceso de energía solar.

La solución a largo plazo requiere el desarrollo de una red eléctrica más flexible, capaz de adaptarse a los altibajos de la generación solar. Esto incluye el aumento de la capacidad de almacenamiento de energía mediante baterías de gran capacidad y la reforma del mercado eléctrico para incentivar una mejor gestión del exceso de energía solar.