En Florida, Estados Unidos, las redes sociales tienen los días contados para los menores de 14 años. A partir de 2025, una ley obliga a plataformas como Instagram, Facebook y TikTok a cancelar las cuentas de los niños de esa edad y, además, a exigir que los adolescentes de 14 y 15 años presenten una autorización de sus padres o tutores legales para poder usarlas.
De no hacerlo, las empresas enfrentarán multas de hasta 50.000 dólares por cada infracción.
El acceso a este tipo de plataformas ha expuesto a los niños a diferentes peligros cibernéticos como el ciberacoso, la explotación sexual, la exposición a contenidos inapropiados y el riesgo de adicción digital. | Foto: High Results
La norma, conocida como HB 3, fue sancionada en marzo de 2024 por el gobernador Ron DeSantis y es clara: las plataformas deben implementar sistemas de verificación estrictos, incluyendo tecnologías como escaneos faciales, para controlar la edad de sus usuarios. Con esta medida, el estado busca proteger a los menores del impacto negativo de las redes sociales en su salud mental y seguridad digital.
Ron DeSantis, gobernador del Estado de Florida. | Foto: AP
Paul Renner, uno de los principales impulsores de esta ley y expresidente de la Cámara de Representantes de Florida, fue contundente al defenderla: “Internet es un callejón oscuro donde los niños están expuestos a ciberacoso y explotación sexual. Esta medida es para cuidarlos”. Según Renner, las redes sociales tienen un papel alarmante en el aumento de casos de depresión, autolesiones y suicidios entre jóvenes.
El gobernador DeSantis aseguró que esta ley devuelve el control a los padres, permitiéndoles decidir qué tan expuestos están sus hijos al mundo digital. Sin embargo, su gestión ha estado rodeada de polémicas. Desde su rechazo a las políticas de mitigación de la covid-19, hasta leyes controvertidas sobre educación y derechos LGBTQ+, DeSantis ha sido una figura que ha encendido diferentes debates en Estados Unidos.
Estas acciones le han ganado un lugar en el ala más conservadora del Partido Republicano, aunque también críticas de quienes lo ven como un símbolo de autoritarismo en la política estatal. Su influencia es tan relevante que lo coloca como un posible contendiente en las elecciones presidenciales futuras.
No todos ven esta regulación con buenos ojos. Asociaciones como NetChoice y la CCIA, que representan a empresas como Google y Meta, demandaron al estado, argumentando que la normativa vulnera la Primera Enmienda, al limitar la libertad de expresión y el acceso a la información.
El caso se encuentra en los tribunales, con una audiencia clave programada para febrero de 2025. Mientras tanto, la fiscal general de Florida, Ashley Moody, suspendió temporalmente la aplicación de la norma, aunque sigue impulsando otras disposiciones, como la verificación de edad para sitios con contenido para adultos.
Un acceso libre e indiscriminado a las redes no solo expone a los menores al acoso cibernético, sino que también puede llegar a comprometer su integridad física y mental. | Foto: Getty Images/iStockphoto
La ley no menciona redes sociales específicas, pero el texto señala plataformas con “características adictivas” y algoritmos que fomentan la interacción constante entre usuarios, dejando en la mira a gigantes como Facebook y TikTok. Por el contrario, servicios como Disney+, diseñados para consumo pasivo, no se verían afectados.
Aunque la HB 3 ha generado una fuerte oposición, también tiene defensores que consideran que estas medidas son necesarias para proteger a los menores en un entorno digital cada vez más riesgoso. “Esto no es censura, es proteger a nuestros hijos de las amenazas reales del mundo en línea”, insistió Renner.
Con Florida marcando la pauta, el debate se extiende más allá del estado. La pregunta que queda es si esta iniciativa será un modelo para otros sectores de Estados Unidos o solo un caso aislado. Mientras los jueces deciden, las plataformas tecnológicas y los usuarios se enfrentan a un panorama incierto que podría redefinir la manera en que interactúan en internet.