Las relaciones de pareja son complejas en muchos aspectos, pero varios expertos coinciden que una de las mejores herramientas es la confianza y la comunicación. Sin embargo, la evolución de un romance dependerá mucho de los intereses personales de cada uno, así como la personalidad o actitudes del otro.
Se dice que una relación formal llega a durar un promedio de cuatro años, el enamoramiento puede durar de seis meses a tres años en las mujeres. Después de dicho tiempo, el amor permanece o evoluciona al compartir sueños, metas de vida, mantener activa la vida sexual, entre otros.
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Sin embargo, con el tiempo la relación se puede desgastar por caer en la monotonía, no alimentan su vínculo, dejan de compartir sus intereses o incluso su día a día, los intereses de cada uno han cambiado, o comportamientos tóxicos que terminan por romperlo todo como celos enfermizos, revisar el celular o llegar a los insultos.
Los patrones tóxicos en la comunicación de una pareja que termina con el amor
De acuerdo con la psicóloga Cortney Warren, quien tuvo una pasantía en el Hospital McLean en la Facultad de Medicina de Harvard, compartió un artículo donde habla de la comunicación negativa entre las parejas y que terminan por arruinar la relación.
Insultar o llegar a la agresión verbal puede ser perjudicial en una relación, pues se ha perdido totalmente el respeto hacia la otra persona. Algunas personas normalizan ciertos comportamientos o que se llegan a justificar al estar enojados por una discusión; sin embargo, hay tres frases que te pueden ayudar a detectar que algo ya no funciona con tu pareja.
- Comentarios despectivos: Aunque no es una frase en concreto, utilizar groserías o insultos para la otra persona es signo de una relación tóxica, desde decirle “estúpido” o algo similar, algunas veces se mal justifica como una broma.
- “Tu ex tenía razón”, utilizar frases que señalen alguna inseguridad también es un patrón de una relación tóxica, pues se usan de forma malintencionada para hacer sentir mal al otro
- “Estás loca”, es una de las más comunes y se le conoce como gaslighting, que consiste en hacer sentir mal a la otra persona o hacerla dudar de su malestar, haciéndoles creer que es ella o él quien está mal, exagera o malinterpretó todo.