Una mujer estadounidense, residente del estado de Ohio, arrojó un burrito a una trabajadora de la cadena de comida rápida Chipotle, en un ataque de ira por el tiempo de espera y la calidad de la comida, una acción que atribuyó a una razón muy peculiar: que su signo zodiacal es Géminis.
La mujer, de nombre Rosemary Hayne, de 39 años, fue captada por la cámara de seguridad del establecimiento de comida mexicana arrojándole la comida a Emily Russell, de 26 años, gerente de la tienda. Hayne le dijo a un medio de comunicación local que era la primera vez que actuaba así, pero lo atribuyó a su signo zodiacal.
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“Ella sacó a relucir el Géminis que hay en mí (…) Tengo 40 años y nadie ha hecho eso nunca, ni siquiera mi marido”.
La condenan a trabajar en restaurante de comida rápida
Debido a su comportamiento un juez decidió darle un castigo poco habitual, el cual consiste en trabajar 20 horas por semana en un restaurante de comida rápida, una sentencia que el impartidor de justicia señaló que más que castigarla, buscaba hacerla generar empatía.
Hayne ya había trabajado en restaurantes de comida rápida en empleos anteriores, pero conseguir este empleo le resultó más difícil pues debía mencionar el incidente del burrito en lugar de arriesgarse a que se enteraran a través del video viral.
“Fui completamente honesta con la gente. Y me rechazaron, probablemente, siete veces”
Finalmente, Hayne consiguió un trabajo en un Burger King, donde dijo que sólo tuvo que lidiar con un cliente alborotador.
Asegura que su interacción violenta fue sacada de contexto
Hayne también defendió su propio arrebato en lugar de aprender de él, diciendo que el video de un minuto sacó la interacción violenta de contexto. Dijo que si se hubiera descubierto una versión extendida, “me verán esperando 35 minutos. Me verán decirle algo a Emily que no sea grosero ni nada. La verán hablarme groseramente”.
Hayne dijo que incluso los policías que llegaron a su casa coincidieron con su mala evaluación del restaurante de comida rápida y le dijeron que debería haberse aventurado al Chipotle en el pueblo vecino.
El abogado de Hayne intervino ante este comentario y agregó que “nada de eso es una defensa”, mientras que Hayne estuvo de acuerdo en que estaba “absolutamente equivocada” al lanzar su burrito a la empleada.
Pese a que parece que la clienta del restaurante no aprendió la lección de este evento, la víctima se dijo satisfecha con la sentencia, a pesar de que consideró que el restaurante para el que había trabajado por cuatro años no la había apoyado lo suficiente.