Un caso de maltrato infantil ha causado gran indignación en Brasil. Se trata del reporte de una niñera que fue captada por medio de cámaras de seguridad mientras agredía a un bebé de apenas ocho meses de edad en la Región Metropolitana de Río de Janeiro.
Hasta el momento, la mujer ya fue detenida en la ciudad brasileña de Itaboraí, ya que las pruebas que la relacionan con las conductas de maltrato quedaron guardadas en las cámaras de la ludoteca en la que prestaba sus servicios en el barrio de Barra de Tijuca.
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¿Cómo fue que descubrieron a la niñera agrediendo al bebé de 8 meses?
De acuerdo con la información que hay del caso por ahora, fueron los elementos de seguridad del edificio los primeros en notar las conductas de la niñera hacía el menor de edad. No obstante, según lo compartido por la Policía Civil, las agresiones habrían comenzado 10 días atrás.
Y es que las grabaciones de las cámaras de seguridad del lugar dejaron ver que presuntamente la mujer llegó a empujar, tirar y sacudir de forma agresiva al niño. A ello se le suma que lo habría abandonado en medio de situaciones de riesgo para el bebé.
Detuvieron a la niñera que fue captada agrediendo a bebé de 8 meses
Tras los reportes y diligencias iniciales, un grupo liderado por el jefe del quinto Distrito Policial, Bruno Ciniello, fue quien realizó la detención y dio continuidad a las investigaciones contra la niñera en este caso.
Cabe mencionar que a lo largo del proceso, las autoridades tomaron la declaración de los padres del menor, quienes explicaron que habían notado un cambio en el comportamiento de la presunta responsable. No obstante, además de ello, llegaron a darse cuenta de que el niño llegó a presentar manchas moradas en su cuerpo.
Esta es la situación de maltrato infantil en el mundo
Es importante señalar que este caso en Brasil ocurre en medio de un contexto con altos niveles de incidencia de maltrato infantil a nivel internacional. Según información compartida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de tres de cada cuatro niños de entre dos y cuatro años de edad sufren “con regularidad” algún tipo de castigo corporal o violencia psicológica por parte de sus padres o bien, de las personas que los cuidan.