Arrojaron dos latas de tomate a la famosa pintura Los Girasoles del pintor neerlandés Vincent Van Gogh, en Londres. Esta fue la protesta que protagonizaron dos activistas del grupo Just Stop Oil.
De inmediato la sala fue cerrada y los visitantes desalojados del sitio. Ambas manifestantes fueron detenidas por la policía local.
“¿Qué vale más, el arte o la vida? ¿Vale más que la comida? ¿Vale más que la justicia?”, gritó una de las manifestantes, quien posteriormente fuera identificada como Phoebe Plummer, de 21 años.
La pintura no sufrió daños. «El marco sufre «daños menores», pero la pintura está «intacta», aseguró la National Gallery.
«¿Qué nos preocupa más, la protección de una pintura o la protección de nuestro planeta y la gente? La crisis por el coste de la vida es parte del coste de la crisis del petróleo”, exclamó mientras ella y su compañera estaban agachadas con sus manos pegadas a la pared.
Las autoridades de Londres llegaron rápidamente al lugar de los hechos, donde detuvieron a ambas jóvenes, a quienes posteriormente se le atribuyeron cargos por daños criminales y allanamiento agravado.
Este es el segundo ataque a una obra de arte que se reporta esta semana. El pasado 9 de octubre, activistas pegaron su mano un cuadro de Pablo Picasso expuesto en Australia para llamar la atención sobre la crisis climática.
Obras vandalizadas en nombre de una causa
Esta no es la primera obra famosa que protagoniza un hecho de esta magnitud.
Este año, en el mes de mayo, un visitante lanzó una torta a La Gioconda, obra maestra de Leonardo Da Vinci y uno de los mayores atractivos del museo del Louvre de París. El hecho no tuvo consecuencias mayores, ya que la pintura cuenta con un cristal blindado hace unas seis décadas.
La misma fue objeto de fuertes ataques en los años 1956, 1974 y 2009. Las protestas eran variadas e iban desde críticas a las políticas del museo, que dificultaba el acceso a personas discapacitadas a la instalación, a reclamos políticos.