En Nueva York, la comisionada de Salud del estado, Mary T. Bassett, declaró una amenaza inminente para la salud pública, por la rápida propagación del virus de la viruela símica y poniendo énfasis en que cerca de 150 mil personas podrían verse afectadas por la enfermedad que ya fue declarada como un problema de salud pública a nivel mundial.
“Esta declaración significa que los departamentos de salud locales que participan en actividades de respuesta y prevención podrán acceder a reembolsos estatales adicionales, después de que se maximicen otras fuentes de financiación federales y estatales, para proteger a todos los neoyorquinos y, en última instancia, limitar la propagación de la viruela del mono en nuestras comunidades”, dijo en un comunicado.
Nueva York tiene más de mil 200 casos probables o confirmados de viruela del mono, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
El estado ha recibido más de 60 mil dosis de la vacuna Jynneos contra la viruela del mono, dice el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés).
Los síntomas
El periodo de incubación de la viruela símica es de cinco a 21 días; la enfermedad sintomática cursa en dos fases clínicas que generalmente se autolimitan de dos a cuatro semanas.
En los primeros cinco días los síntomas son fiebre, dolor de cabeza intenso, ganglios inflamados, dolor de la espalda baja y musculares, falta de ganas de moverse o hacer alguna actividad física.
Hasta el momento no existe tratamiento específico y la vacuna para la enfermedad no está disponible ampliamente.
El salpullido evoluciona asincrónicamente a erupciones en la piel, vesículas, abultamientos en forma de bolsa pequeña que contiene pus y costras.
La OMS informó que desde el 1º de enero y hasta el 21 de julio de 2022 se reportaron 15 mil 328 casos confirmados en 74 países, territorios y áreas de las seis regiones de este organismo internacional, así como cinco defunciones: tres en Nigeria y dos en .
La OMS instó a los Estados miembros a implementar acciones de respuesta con el objetivo de detener la transmisión de humano a humano.